Aunque cada vez son más comunes, todavía hay gente que no sabe que además de las tradicionales de queso, vino o jamón también se pueden realizar catas de aceite de oliva. No sucede esto en Fercam, donde son habituales desde hace varios años y cuentan con mucha demanda entre las personas asistentes. En 2023, como en ediciones anteriores, las plazas ofertadas se han vuelto a llenar rápidamente.
Beatriz Maeso, experta en catas de aceite de oliva virgen, ha sido la encargada de conducir un año más esta actividad, gracias a la que los asistentes han podido realizar una cata de hasta tres aceites de oliva virgen de las distintas Denominaciones de Origen y Marcas de Calidad de Castilla-La Mancha. Más concretamente, se ha procedido a la cata de un aceite virgen y dos aceites vírgen extra (un monovarietal picual y otro coupage de arbosana y arbequina).
La cata se realizó en tres fases para detectar sus tres atributos positivos: el frutado en nariz, el amargo en boca y el picante en garganta. Para ello, hizo falta utilizar unos vasitos especiales de cata de color azul que incluían un vidrio de reloj “para concentrar todos los aromas que con el calor se desprenden”. Y es que “la temperatura óptima a la que hay que realizar una cata de aceite es de 28 grados”, ha subrayado Maeso.
