Por octavo año se está desarrollando en la localidad la escuela de verano de balonmano, que en esta edición está organizada por el Ayuntamiento de Manzanares. Jóvenes aficionados a este deporte pasan unas vacaciones diferentes disfrutando de todo tipo de actividades con el balomnano como eje vertebrador.
La actividad en el Pabellón del Nuevo Manzanares es intensa durante las mañana de los martes, miércoles y jueves. Y es que desde el 16 de julio y hasta el 5 de septiembre por está instalación están pasando los más de sesenta chicos y chicas que participan en la escuela de verano de balonmano. “El fin de esta actividad es el de ofrecer la oportunidad a los chicos y chicas de seguir practicando un deporte que les gusta”, explica el monitor Miguel Carballo, a la que su compañero Rubén Mascaraque añade que “en Manzanares hay una gran afición por este deporte. Llevamos unos años trabajando muy bien y eso se refleja en la escuela de verano, que cada vez tiene más inscritos”.
Además de adquirir conocimientos sobre aspectos técnicos y tácticos del balonmano, los participantes cuentan con un programa compuesto por todo tipo de actividades complementarias, como juegos, visitas a la piscina municipal o la presencia de jugadores profesionales como el manzanareño Pedro Fuentes, actualmente en las filas del Quabit BM Guadalajara de categoría Asobal. Aunque todo ello sin perder de vista el principal objetivo de la escuela de verano: pasarlo bien.
Los jóvenes destacan el gran ambiente que se respira cada mañana en la escuela de verano de balonmano, pero sobre todo la posibilidad de poder seguir disfrutando de su afición favorita en compañía de sus amigos. “Practicaba otro deporte, pero como tenía amigas que jugaban balonmano le di una oportunidad y al final me gustó mucho”, comenta Elena, de 14 años. Dos años menos tiene Lidia, una habitual de la escuela de verano de balonmano: “Aquí aprendo mucho, hago ejercicio y juego con mis amigos”.
