Desde que en 1862 Gonzalez Byass encargase su bodega la Cocha al ingeniero Gustave Eiffel, pasando por la familia G眉ell con su bodega en el Garraf dise帽ada por Antoni Gaud铆, y Garvey en Jerez con el encargo de la ampliaci贸n de su bodega jerezana a Miguel Fisac en 1968; los grandes bodegueros han confiado en los arquitectos el dise帽o de sus edificios bodegueros.
En los 煤ltimos veinte a帽os, con la expansi贸n comercial de la imagen del vino, y de todo lo que le rodea, se han levantado espectaculares iconos escult贸ricos y arquitect贸nicos, que identifican la marca con la bodega, as铆 tenemos al arquitecto Frank Gehry, autor del museo Guggenheim de Bilbao, con la bodega Marqu茅s de Riscal en El Ciego, la de Portia en la Ribera del Duero realizada por Norman Foster, la bodega Protos en Pe帽afiel, del arquitecto Richard Rogers, Rafael Moneo, Calatrava, Zaha Hadid, etc, etc.
Este binomio de grandes vinos y grandes arquitectos, llega tambi茅n a Castilla-La Mancha, con bodegas como Finca Antigua en Los Hinojosos, Cuenca, de los arquitectos LKS Estudio, El umbr谩culo de Bodegas Real en Campo de Montiel, una aportaci贸n singular realizada por el estudio Paredes-Pedrosa, las actuaciones en Las Casas cerca de Ciudad Real en las bodegas de Pago del Vicario por los arquitectos Juan S谩nchez Suarez y Luz Gallego Gonz谩lez, y en Pic贸n, la bodega Casalobos de los arquitectos madrile帽os Sancho y Madridejos.
El enoturismo ha enriquecido con matices los ya sublimes aromas de las cavas de las bodegas, y as铆 en la bodega Virgen de las Vi帽as de Tomelloso, disfrutamos de un Museo de Arte Contempor谩neo Infanta Elena, adem谩s de un museo etnol贸gico, complemento cultural y arquitect贸nico del programa industrial bodeguero, que junto a hoteles, restaurantes, tiendas y salas de catas u oficinas, perfecciona el atractivo tur铆stico de la bodega, y los usos diversos que hacen necesaria la intervenci贸n de un arquitecto, con formaci贸n human铆stica suficiente para que estos espacios sean adecuados y proporcionados para su destino, y engrandezcan el contenido tan valioso que protegen la esencia de estas tierras manchegas, sus caldos.
Museos del vino, como el de Valdepe帽as de la arquitecta Edurne Altuna, espl茅ndidas cavas subterr谩neas tradicionales en Manzanares, Tomelloso y Valdepe帽as, chimeneas alcoholeras, el paisaje del vi帽edo en la llanura, salpicada de bombos, chozos y guardavi帽as, ejemplos de construcci贸n casi instintiva, hacen a煤n m谩s interesante el turismo enol贸gico en la mancha, un recurso que debemos sumar a la ya contrastada calidad de nuestros caldos.
Si la cultura, tradici贸n, paisaje y dise帽o se suman a la trazabilidad de la uva y a una elaboraci贸n cuidada y moderna, estaremos ante la excelencia de nuestro cultivo estrella, y podemos ofrecer en los dif铆ciles mercados internacionales un producto redondo, bien ensamblado, fruto decantado de un conjunto de matices bien controlados, que conseguir谩n, despu茅s de una inversi贸n, obtener la necesaria plusval铆a en un caldo minusvalorado.
