lunes, 29 abril, 2024

La emotiva historia de Mónica Márquez, la albaceteña que demostró que «si se quiere, se puede»

Una historia de ilusión, perseverancia y, sobre todo, superación

Esta es la historia de Mónica Márquez, una albaceteña que desde que nació le diagnosticaron osteogénesis imperfecta, más conocida como “huesos de cristal”, una enfermedad hereditaria que consiste en la fragilidad de los huesos. Cualquier movimiento brusco podría ocasionar fracturas en las personas afectadas; a veces, incluso pueden ocurrir sin razón aparente.

Mónica comenzó sus estudios en una guardería y accedió al primer año de colegio, hasta que un día sufrió una neumonía en el hospital a causa de una negligencia médica. Esto trajo como resultado la práctica de una traqueotomía y 3 años de ingreso en el Hospital, hasta aproximadamente sus 10 años.

La emotiva historia de Mónica Márquez, la albaceteña que demostró que "si se quiere, se puede"
La habitación de Mónica

Una vez fuera, siguió formándose desde casa hasta acabar el bachillerato, tras lo que se propuso, y logró con éxito, estudiar el Grado en Psicología a través de la UNED, título que posee desde hace casi 2 años. “Al principio me planteé estudiar periodismo”, relata Mónica a soMosCastillaLaMancha, “pero cuando cursé la asignatura de ética me gustó y me empecé a interesar por el comportamiento humano y la mente”.

Pero esta no ha sido la única pasión de Mónica, ya que empezó en el mundo de la pintura desde que era muy pequeña, aunque no fue hasta el año 2005 cuando ingresó en la Asociación de Pintores Con la Boca y Con el Pie. “Yo empecé a dibujar con agua y con una pajita”, nos cuenta, quien explica que durante su estancia en el hospital el personal observó su inquietud y su interés, así que le proporcionaron témperas y acuarelas que le permitieron adentrarse en este mundillo.

La emotiva historia de Mónica Márquez, la albaceteña que demostró que "si se quiere, se puede"

“El Presidente de la Asociación, Manuel Parreño, vino a mi casa a observar mi técnica y mi manera de pintar”, dice Mónica, tras lo que fue finalmente seleccionada como becaria. Según nos ha contado, estos ingresos le permiten comprar más material y, en definitiva, “perfeccionarme día a día en este ámbito”.

 

EXPOSICIÓN EN ALBACETE

Y precisamente por haber sabido perfeccionar su arte, ha realizado una serie de exposición en lugares como Vara del Rey (Cuenca) o Guadalajara, aunque esta es la primera vez que expone en su ciudad natal: Albacete.

La emotiva historia de Mónica Márquez, la albaceteña que demostró que "si se quiere, se puede"
El gato Duque

Bajo el título de “Pintura con la boca, pintura sin barreras: Constancia y perseverancia”, la Casa Perona presenta, hasta el próximo 14 de junio, su exposición de 35 óleos, con los que es capaz de expresar sus sentimientos. Uno de sus favoritos es “El gato Duque”, ya que representa al gato que tenía su abuela, fallecida hace unos años, por lo que esta obra es un homenaje a ella.

La historia de Mónica no es una historia triste, sino una historia de ilusión, perseverancia y, sobre todo, superación. Gracias a su fuerza y trabajo ha logrado cumplir su sueño.  “Lo que quería demostrar con esta exposición es que si se quiere, se puede”, nos cuenta, quien ha querido enviar un mensaje positivo a todas aquellas personas que estén pasando por una situación similar, a quienes les asegura que “hay que ponerle empeño y no venirse abajo”.

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