La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja) de Toledo ha pedido que se reúna la Comisión Territorial de Seguros Agrarios de Castilla-La Mancha para tratar el aumento del precio de las pólizas del seguro que cubre los gastos de la retirada y destrucción de animales muertos en la explotación ganadera (LÃnea 415) y buscar medidas para paliar en parte el impacto de este incremento, que pasarÃan, a juicio de la organización agraria, por subir el porcentaje del coste de la póliza que actualmente subvenciona el Gobierno de la región.
Asaja Toledo denuncia que, desde el pasado mes de octubre, coincidiendo con cambios en la gestión de la recogida de cadáveres en las granjas, el precio medio del seguro se ha encarecido un mÃnimo de un 30 %, dándose casos en los que el aumento es del 150 % y hasta del 200 %, aplicándose esta subida con carácter retroactivo desde octubre de 2025, según ha informado la organización agraria en nota de prensa.
El Departamento de Seguros Agrarios de Asaja Toledo ha constatado el aumento del coste de las nuevas pólizas y su impacto en las explotaciones de la provincia. Como ejemplo, y entre otros muchos casos, el de un ganadero de bovino con 327 vacas reproductoras que ha pasado de pagar 691 euros a 1.663.
Ante esta situación, Asaja demanda al Gobierno de Castilla-La Mancha el incremento de la subvención regional a las lÃneas de retirada de cadáveres y para ello, insta a la convocatoria de la Comisión Territorial de Seguros Agrarios en la que está representada la Administración, las organizaciones agrarias, Agroseguro y Enesa.
En el caso del bovino, en la actualidad, Castilla-La Mancha aplica, en concepto de ayudas a la contratación de seguros, un porcentaje de subvención del 5 % a la cantidad aportada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y un 18 % en pólizas de ovino y caprino. El seguro de retirada de cadáveres, conocido como MER (en alusión a la gestión de materiales de riesgo) es una herramienta indispensable para que los ganaderos puedan cumplir con las normas de sanidad y seguridad ganadera establecidas en la destrucción de animales muertos, recuerda Asaja.