La lumbalgia, al ser un dolor incapacitante, puede llegar a estropear las vacaciones y, por ello, evitar la vida sedentaria, practicar alguna actividad adaptada a la forma física y cuidar la postura a la hora de coger peso, sentarse o caminar son «clave» para evitar que el lumbago fastidie el periodo estival, según el jefe de Traumatología de HM IMI Toledo, Andrés Barriga.
Las principales causas son los viajes largos, cambios en el lugar habitual de descanso, el aumento de peso y, en ocasiones, la realización de actividades deportivas o recreativas para las que el paciente no se encuentra preparado a nivel físico.
Por ello, otras de las recomendaciones que ha señalado el doctor han sido evitar ropa ajustada y tacones altos, corregir el sobrepeso, ya que puede provocar que los músculos y huesos de la espalda se tensionen, aplicar calor local en la zona afectada, o relajarse y realizar estiramientos a diario.
Así, la lumbalgia o dolor lumbar se localiza en la parte baja de la espalda, entre el final de las costillas y las palas iliacas de la pelvis. La mayor parte de las lumbalgias se denominan ‘inespecíficas’, es decir, «no se encuentra una causa clara que justifique su aparición y habitualmente tienen buen pronóstico y mejoran de forma rápida», ha subrayado el doctor Barriga.
Sin embargo, el especialista ha añadido que se dan otro tipo en los que sí hay una causa detrás (‘específicas’), como una hernia discal, una artrosis de las articulaciones facetarias o una listesis (inestabilidad y desplazamiento de una vértebra), aunque existen otras causas «menos frecuentes», como pueden ser problemas renales, de ovarios, digestivos o vasculares que se reflejan en la columna lumbar.
En cuanto al diagnóstico, los especialistas prestan atención a los síntomas, como por ejemplo el dolor de predominio nocturno y en reposo, pérdida de peso, fiebre o la presencia de calambres, hormigueo, dificultad para caminar, pérdida de orina, impotencia o pérdida de sensibilidad en la zona genital, algo que, según el doctor Barriga, «puede orientar a un problema más serio y que requiere estudios complementarios como la resonancia magnética».
TRATAMIENTO PARA LA LUMBALGIA
«En las lumbalgias agudas de poca duración, el tratamiento inicial es reposo relativo y de poco tiempo, analgésicos, antiinflamatorios y en algunos casos relajantes musculares; en lumbalgias crónicas de más de tres meses de evolución, además de los fármacos ya mencionados, recomendamos el ejercicio dirigido a fortalecer la musculatura de la cintura abdominal (ejercicios del CORE) y, además, la fisioterapia activa o terapias como yoga o pilates son muy eficaces», ha explicado el experto.
En aquellos casos que no mejoran a pesar de estas medidas, pueden utilizarse las infiltraciones de la columna vertebral o la rizólisis por radiofrecuencia de las articulaciones vertebrales. «Es un método útil para tratar el dolor lumbar crónico de origen facetario con un procedimiento de bajo riesgo, ambulatorio y con anestesia local», ha concluido.