jueves, 25 abril, 2024

España, un destino de molinos más allá del «Quijote»

Una guía que invita a visitar los molinos eólicos ubicados en la mitad norte peninsular

Hay muchos libros sobre ecoturismo pero «es la primera vez que se publica uno en el que miramos al viento y a los molinos después de ‘El Quijote’ de Cervantes», asegura en entrevista con EFE Mar Ramírez, autora de ‘Guía de Ecoturismo Eólico. 10 rutas por la España rural.’

En este caso no se trata de visitar los molinos manchegos, sino los eólicos ubicados en la mitad norte peninsular, en un texto editado por la colección Nómadas de GeoPlaneta que rastrea parajes de valor histórico y natural con instalaciones de este tipo de energía renovable.

Son «territorios que merecen siempre una mirada diferente, más lenta y tranquila, aunque sean menos conocidos que los destinos habituales», apunta Ramírez, para quien España es «un país con mucho recorrido y patrimonio por conocer.»

Las propuestas incluidas llevan al viajero, a pie o en bicicleta, desde los Cañones del Sil (Orense) hasta la comarca de la Tierra Alta (Tarragona), pasando por la Sierra del Perdón (Navarra), entre otros puntos de la geografía española, y combinan la admiración por los detalles naturales y los aspectos históricos, culturales y gastronómicos con el descubrimiento de las infraestructuras destinadas a la obtención de energía verde.

Día Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo
Advertisement

«Hemos -prosigue la autora- buscado parques vinculados al territorio, pequeños y adaptados a la zona» que permitan una doble visión: por un lado, la estructura eólica y el acceso a misma y, por otro lado, el entorno natural en el que está integrada.

Un ejemplo es la localidad de Borja, a menos de 65 kilómetros de Zaragoza, con «un patrimonio histórico tremendo y gran riqueza vitivinícola: todas las civilizaciones que han pasado por la península han estado ahí y, de pronto, aparece un parque eólico que invita a subir al páramo y recorrerlo, ir siguiendo los caminos que se han abierto».

Lokinn

Normalmente, estas infraestructuras se encuentran en «zonas privilegiadas, en el sentido de que están altas» e incluirlos en la visita permite «llegar a puntos que no se hubiese uno planteado en un primer momento porque están arriba en el monte, los senderos son más difíciles o no hay directamente un sendero».

Así, la idea es «enfocar el territorio de otra manera», más allá de los caminos «ya muy señalizados y cartografiados, como los de Gran Recorrido -senderos homologados de más de 50 kilómetros de itinerario- o las rutas temáticas como las enoturísticas».

Aunque siempre resulta difícil escoger un camino en concreto, Ramírez indica que sus preferidos son «los territorios más humildes, más silenciosos, como la zona de Huérmeces en Burgos, con valles muy tranquilos que se han quedado fuera de todo, incluso del poblamiento» y que además de la naturaleza conservan, por ejemplo, iglesias medievales de gran riqueza patrimonial y prácticamente desconocidas.

La guía presenta lugares «espectaculares, que enamoran, como la Sierra de la Capelada (La Coruña), donde desde su zona más alta, en Herbeira, se ve el océano y el Cabo Ortegal» o «los castros de Coaña (Asturias), un sitio maravilloso con el primer poblamiento aborigen de la zona norte».

Otras veces, «pasamos al lado de lugares de interés sin darnos cuenta» -comenta- como en Tierra de Medinaceli (Soria) donde se aprecia «un contraste muy grande entre un importante eje de circulación de trenes y carreteras y zonas tan maravillosas como el Páramo de Layna, una locura de biodiversidad».

De todos los lugares visitados, el más curioso «es quizá la Sierra del Perdón, por el contraste entre un Camino milenario, el de Santiago, con un parque eólico, el primero que se construyó en Navarra y que hoy día no habría obtenido permiso, por ser excluyente».

La guía, que parte de una iniciativa de la plataforma Vientos de Futuro en colaboración con la Asociación Empresarial Eólica, defiende además el mundo rural.

«No nos damos cuenta de las dificultades que hay allí», afirma Ramírez, y el ecoturismo «nos hace un poco ponernos en la piel de la gente de la zona», concluye. 

Noticias Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí