Los Veintisiete han dado este lunes su visto bueno final al acuerdo entre instituciones para proteger con un marco basado en indicaciones geogr谩ficas aquellos productos artesanales o industriales que, por la singularidad de su origen y producci贸n, deban ser protegidos como marca dentro de la Uni贸n Europea y en los acuerdos comerciales con pa铆ses terceros, siguiendo el modelo que el bloque ya aplica desde hace d茅cadas a la agroalimentaci贸n, los vinos y los licores.
Ahora que el Consejo ha aprobado el acuerdo que ya fue refrendado en el pleno de septiembre por el Parlamento Europeo, las nuevas reglas entrar谩n en vigor 20 d铆as despu茅s de su publicaci贸n en el Diario Oficial de la UE, aunque los pa铆ses tendr谩n un plazo de dos a帽os para trasladar la reforma a su ordenamiento jur铆dico.
Al presentar la propuesta de nuevas normas, la Comisi贸n Europea estim贸 que el nuevo marco dar谩 cobertura a cerca de 800 productos, como el cristal de Murano o la porcelana de Limoges, y Espa帽a ser铆a el pa铆s m谩s beneficiado con m谩s de 200 art铆culos, por ejemplo la cuchiller铆a de Albacete, el calzado producido en Elche, la cer谩mica de Manises o la piel de Ubrique.
El producto que aspire a la protecci贸n europea deber谩 cumplir tres criterios precisos: ser originario de un lugar o regi贸n espec铆ficos, que su calidad, reputaci贸n o caracter铆sticas sean singulares de su origen geogr谩fico y que al menos uno de los pasos del proceso de producci贸n se realice en la zona geogr谩fica definida.
En la actualidad un total de 16 Estados miembro, incluido Espa帽a, cuentan con sistemas nacionales de indicaci贸n geogr谩fica para este tipo de producciones, pero su protecci贸n no es efectiva fuera de sus fronteras porque no existe un marco armonizado a escala comunitaria.
Por ello, se plantea un procedimiento simplificado basado en dos fases, la primera de ellas a nivel nacional para aprovechar los esquemas que ya existen en muchos de los pa铆ses y evitar una excesiva carga burocr谩tica y financiera a los productores interesados.
Adem谩s, el control y aplicaci贸n de las nuevas normas estar谩 en manos de las autoridades nacionales, quienes deber谩n vigilar que los productos, incluidos los vendidos ‘online’, cumplen las especificaciones para su comercializaci贸n.
