viernes, 3 mayo, 2024

Argamasilla de Alba conmemora el Día Mundial del Turismo con una cicloturista

La ruta discurrió desde la Casa de Medrano hasta el Castillo de Santa María y el Molino de San Juan donde una auxiliar de Turismo ilustró a los presentes sobre estos importantes lugares

El pasado domingo 1 de octubre, en el marco de las actividades organizadas en conmemoración del Día Mundial del Turismo, el 27 de septiembre, la Concejalía de Turismo de Argamasilla de Alba llevó a cabo una mañana que combinó el cicloturismo y una visita guiada a dos emblemáticos sitios locales: el Castillo de Santa María y el Molino de San Juan. Esta iniciativa, encabezada por la concejala de Turismo, María José Díaz, tuvo como objetivo principal divulgar aspectos menos conocidos de la localidad y destacar el valor de su patrimonio cultural, monumental e histórico entre los vecinos y vecinas. La actividad contó con la participación del concejal de Innovación, Transición Ecológica, Emprendimiento, Empresas y Empleo, Yared Sánchez.

Castillo de Santa María: Un enigma histórico en Argamasilla de Alba

El Castillo de Santa María se erige como un enigma histórico en Argamasilla de Alba. Ubicado junto al antiguo cauce del Alto Guadiana, este fortín se encuentra en un punto estratégico, marcando la confluencia de dos antiguos caminos históricos: el del Allozo, que se extiende de norte a sur, y la senda conocida como Carril de las Vacas, una vía pecuaria que cruza de este a oeste. En los años 2016 y 2017, se llevaron a cabo dos campañas de excavación arqueológica en este sitio, seguidas por una fase de consolidación y musealización en el año 2020.

El Castillo de Santa María se alza como un testigo silente de épocas pasadas, y su ubicación estratégica lo convierte en un punto de referencia en la historia de la localidad. Los hallazgos arqueológicos realizados en el lugar han arrojado luz sobre la rica historia de la región, destacando su importancia en las rutas de comunicación y comercio de antaño.

El Molino de San Juan: Un patrimonio industrial del siglo XVIII

En el siglo XVIII, los molinos de agua representaban la única actividad industrial en Argamasilla de Alba, junto con algunas actividades relacionadas con la producción de piel. Estos molinos hidráulicos se convirtieron en elementos emblemáticos de la producción de harina a lo largo del cauce del río Guadiana en la región manchega, que se caracteriza por su abundancia de molinos de agua en lugar de molinos de viento.

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Los molinos de agua no solo son distintivos de Argamasilla, sino que también se encuentran a lo largo de toda la cuenca del Guadiana en la provincia de Ciudad Real. Esta área es, de hecho, conocida por ser tierra de molinos de agua. Existen pruebas documentales que respaldan la existencia de un canal que, tomando parte de las aguas del Guadiana Alto en el azud del Atajadero, abastecía a los molinos harineros que pertenecían a la Orden de San Juan. Este canal recorría el Lugar Nuevo de Argamasilla, alimentando así la maquinaria que hacía funcionar estos molinos históricos.

El Molino de San Juan es un testimonio tangible de la importancia que tenía la molienda de harina en la vida de la comunidad en siglos pasados. La visita a este lugar permite a los participantes sumergirse en la historia industrial de Argamasilla de Alba y comprender cómo esta actividad influyó en la economía y el desarrollo de la región en esa época.

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