Castilla-La Mancha ha acogido desde el año 2015 a un total de 555 refugiados, un 32 por ciento de ellos de origen sirio. Además, el 26 por ciento de los refugiados llegados a la región eran de Venezuela, mientras que otro 15 por ciento fueron ucranianos.
La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha visitado en Toledo, junto al presidente de Acem, Braulio Carlés, a una familia siria de siete miembros y ha destacado a Castilla-La Mancha como «una comunidad solidaria».
«Estamos en casa de una familia joven que tiene cuatro niños que viven con normalidad y, además, según nos han transmitido, felices en la ciudad de Toledo, que les ha acogido junto a la entidad Accem, que es la que está gestionando muchas de las viviendas, de los hogares para personas refugiadas que hay en Castilla-La Mancha», ha expuesto la consejera.
PLENA INTEGRACIÓN
Sánchez ha remarcado que el Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja junto al Ejecutivo central en la acogida de refugiados con el fin de que consigan «la plena integración» y de que los menores «estén en el colegio, en el comedor, atendidos por la sanidad» y tengan «el apoyo de las prestaciones sociales que puedan necesitar».
El Gobierno regional les ayuda ofreciéndoles la educación «que tenemos todos», la sanidad «que tenemos todos» y las prestaciones sociales que necesitan «en las mismas condiciones que cualquier ciudadano», ha aseverado la consejera, si bien ha admitido que España está «muy por debajo de los compromisos previos que se adquirieron» en materia de refugiados.
Por otra parte, Aurelia Sánchez ha destacado el trabajo que se realiza en origen porque «cada uno quiere vivir en su país, donde ha nacido y, si está aquí, es por razones de índole muy importante». En concreto, Sánchez ha apuntado la labor del Gobierno regional a través de acciones humanitarias en Siria y en países donde hay refugiados.
