Para cometer los robos, intimidaban a los empleados con armas de fuego o blancas para sustraer la recaudación que oscilaba entre los 2.000 y 3.000 euros
Tras recibir el aviso de emergencia en el 112 de Castilla-La Mancha, al lugar de los hechos se trasladaba el indicativo de la Guardia Civil y una ambulancia de Urgencias