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Un verdadero oasis musical en el campo manchego

Lo dijo Fito (Siloé) al comenzar su actuación desde el control de sonido, únicamente acompañado de su guitarra acústica y con el atardecer de fondo en el recinto del festival: “parece que estamos en Glastonbury”, un famoso festival del Reino Unido. Y no le falta razón, pues el Oasis Sound de La Solana es un evento que se celebra en el campo, entre viñedos, junto a la localidad, en un recinto acogedor y muy bien ambientado para albergar música, con distintas zonas de descanso alfombradas y variados decorados: coches antiguos, alpacas, cosechadoras, setas gigantes… perfectos para una foto de recuerdo. Además, durante el fin de semana te llenarás los oídos con buena música, gracias a conciertos de primer nivel de la denominada escena indie nacional, que no se solapan, y a un escenario adicional para que los grupos emergentes puedan darse a conocer.

Un verdadero oasis musical en el campo manchego

En su tercera edición, el Oasis colgó el cartel de “sold out”. Aun así, el festival es cómodo, no está masificado; por eso muchas familias acudieron con sus hijos y fue un gusto ver las caras de felicidad mientras los niños cantaban y bailaban todas las canciones. Hay futuro más allá del dominante reggaetón.

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El viernes pudimos ver en estas tierras manchegas a Samurai, Karavana y Ultraligera, entre otros. El sábado fue el día fuerte, con tres conciertos consecutivos de gran nivel. Comenzó Siloé, el trío vallisoletano que, gracias a su último disco Santa Trinidad, ha alcanzado gran popularidad con sus melodías pop‑folk. Cada vez cuentan con más adeptos, que portaban su magnífica camiseta —la misma de la letra de “Si me necesitas, llámame”— donde se lee: “¿qué tal si mandamos a todos a tomar por culo?”.

Un verdadero oasis musical en el campo manchego
Siloe

Justo al terminar Siloé, cuando debía comenzar el concierto de Mauri en el escenario “Pueblo”, unas rachas de viento y relámpagos lejanos obligaron a posponer su actuación unas horas para evitar riesgos. Por suerte, la tormenta pasó de largo; chapó a la organización por su rapidez al reubicar el concierto.

Si que actuó en ese escenario y a su hora Vuelo Fidji, la banda albaceteña que también ha tocado recientemente en el Antorchas Festival. Contó con mucho público y resultó emocionante ver cómo coreaban sus canciones. Cuando interpretaron la versión de “Oliver y Benji”, ¡medio festival, o más, cantó al unísono!

Un verdadero oasis musical en el campo manchego
Vuelo Fidji

A las 23:00 llegó el turno de Shinova, que están recorriendo España con su gira El presente. Son unos titanes del escenario, lo que les ha hecho grandes, y es en directo donde mejor brillan sus canciones. Además de la gran voz de Gabriel. Los hemos visto muchas veces en los dos últimos años, y nunca defraudan: siempre hacen de sus shows un momento único. Cerrarán gira en el Movistar Arena de Madrid unos días antes de terminar el año.

Antes de que los DJs dieran el broche final al festival, cerraron el escenario principal los Sexy Zebras, el trío formado por Gabri Montes (bajo y voz) y los hermanos José (guitarra) y Jesús (batería). Según nuestra percepción, fue el concierto más cantado y celebrado por el público, muy de cerca de los dos anteriores. Los madrileños están triunfando con potentes shows que enganchan desde el primer acorde hasta el último. No les falta fuerza ni letras cercanas, fáciles, pero que a su vez conectan con todos. Su último disco, Bravo, es todo un éxito. Ya cuentan con un puñado de himnos que no pueden faltar en sus actuaciones, como “Marisol”, “Días de mierda”, el propio “Bravo”, así como “Nena” y, además de “Tonterías” con el que siempre cierran sus shows.

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Sexy Zebras

Volveremos a la cuarta edición del Oasis, pues con las ganas e ideas que se respiran en este festival, promete ser otra gran experiencia, desde ya, esperando conocer fechas y bandas que formarán el cartel.