Por fin el otoño, esa estación llena de colores llamativos: amarillo, naranja, rojo, marrón⊠También época en la que mås especies de setas crecen en bosques y praderas.
Se estima que en la penĂnsula ibĂ©rica pueden encontrarse mĂĄs de 1.000 especies distintas, de las que tan solo un pequeño nĂșmero se considera de interĂ©s bromatolĂłgico o culinario.
De hecho, solo unas 60 especies se pueden comercializar. Del resto, hay varias decenas que son tĂłxicas para el humano. Por eso se deben extremar las precauciones a la hora de recolectarlas, especialmente si son para consumo.
Setas preferidas para el consumo
Desde la Ă©poca de los romanos se conoce la exquisitez de la âseta de los cĂ©saresâ (Amanita caesarea). Esta especie, con sus caracterĂsticos colores (naranja en la cutĂcula âmembrana que cubre el sombreroâ, amarilla en el resto de la seta, salvo la volva âmembrana que envuelve la base del pieâ, que es blanca) es considerada por algunos la mejor seta, aunque sobre gustos se pintan colores.
Otros prefieren las macrolepiotas (setas con forma de sombrilla, cuyo sombrero debe alcanzar mĂĄs de 10 centĂmetros, con escamas, con anillo membranoso âmĂłvil»y colores crema).
Un ejemplo serĂa el «parasolâ (Macrolepiota procera) o las ârusulasâ (setas con carne granulosa, que se parte como una tiza en el pie, que no produce lĂĄtex âlĂquido de colores variables que aparece al cortar las lĂĄminaâ). Entre ellas se encuentra la apreciada âcarboneraâ (Russula cyanoxantha).
En los pinares, ÂżquiĂ©n no ha recogido ânĂscalosâ? Estas son hermanas de las ârĂșsulasâ pero con lĂĄtex de color naranja o rojo que se torna a verde en contacto con el aire.
TambiĂ©n en estos bosques abundan los âtricholomasâ como el Tricholoma portentosum (o âcapuchinaâ por su caracterĂstico sombrero en forma cĂłnica) o el T. terreum (o ânegrillaâ, por el tono gris de las lĂĄminas), en ambos casos con lĂĄminas escotadas.
Por otra parte, en las praderas abundan los champiñones, entre los que se aprecian especialmente Aagaricus arvensis y A. macrosporus, con su agradable olor anisado. Estas setas tienen las lĂĄminas primero rosas y luego marrones (pie sin volva, pero con anillo). Y asĂ podrĂamos mencionar otras especies muy apreciadas.
Finalmente, dentro de las setas que tienen poros debajo del sombrero (en vez de lĂĄminas), no podemos olvidar los âboletusâ, como el Boletus edulis (âcalabazaâ), setas muy apreciadas en cocina.
¿Qué setas producen intoxicaciones graves?
Pero no todo es tan bonito como parece cuando decidimos ir a buscar las setas que cocinaremos esa misma noche tras un dĂa de senderismo en la montaña. Como decĂamos, hay decenas de especies de setas tĂłxicas. Entre ellas, una decena pueden ser mortales, por lo que es imprescindible saber reconocer la seta que se va a consumir.
La que ocasiona mĂĄs intoxicaciones graves e incluso la muerte es la Amanita phalloides con sus caracterĂsticos anillo y volva membranosos, pie blanco o con tonos verdosos, lĂĄminas blancas y cutĂcula de un color verde âmetalizadoâ muy peculiar (memorice bien su imagen, pues es de las mĂĄs tĂłxicas).
Un solo ejemplar de esta seta puede causar la muerte de varias personas por su elevado contenido en toxinas (amatoxinas, falotoxinas, etc.) que afectan al hĂgado. Pueden destruir sus cĂ©lulas si no se proporciona un tratamiento mĂ©dico adecuado y rĂĄpido.
Esta especie, conocida tambiĂ©n como oronja verde u oronja mortal, abunda en nuestros bosques (preferentemente en robles, encinas, castaños, avellanosâŠ), de ahĂ la prevalencia de la intoxicaciĂłn (sĂndrome faloideo).
Cualquier amante de las setas deberĂa saber reconocerla, a ella y a sus congĂ©neres, la A. verna y la A. virosa, muy similares pero de color blanco (ambas tambiĂ©n mortales pero mucho menos frecuentes).
Con las mismas toxinas pero en menor concentraciĂłn podemos encontrar, incluso en los parques urbanos, las âlepiotasâ de pequeño tamaño (muy similares a las macrolepiotas citadas antes, pero con diĂĄmetro del sombrero inferior a 10 cm y con anillo fugaz, no membranoso).
Otros sĂndromes graves ocasionados por setas son debidos a especies afortunadamente poco comunes. Por ejemplo, el sĂndrome orellĂĄnico provocado por Cortinarius orellanus (el Ăłrgano diana es en este caso el riñón) o el giromitrĂnico causado por Gyromitra esculenta (con destrucciĂłn de los glĂłbulos rojos).
Otras setas tĂłxicas para el consumo humano
Pero tambiĂ©n hay un nĂșmero importante de setas que nos ocasionan un sĂndrome gastrointestinal, como la Russula emetica, el Lactarius torminosus, los Agaricus (del grupo xanthoderma que amarillean fuertemente en la base del pie y emiten un fuerte olor a fenol), el Entoloma lividum (âseta pĂ©rfidaâ, muy parecida a la seta de San Jorge), Calocybe gambosa (de primavera), con su caracterĂstico olor a harina, etc.
Por supuesto, tambiĂ©n habrĂa que mencionar las setas que afectan al sistema nervioso provocando los sĂndromes muscarĂnico (por las âclitocibesâ, pequeños de colores claros, setas con forma de embudo muy comunes) o el micoatropĂnico (por Amanita muscaria âla seta de los enanitos, sombrero rojo con escamas blancasâ y Amanita pantherina). Por citar los sĂndromes mĂĄs comunes.
PrecauciĂłn en la recogida de setas
En definitiva, como vemos, hay un nĂșmero importante de intoxicaciones, por lo que, aunque a todos nos tiente coger las setas que vemos en nuestros paseos por el monte, nunca debemos consumir lo que no se conozca y debemos acudir a los servicios locales (ayuntamientos, sociedades micolĂłgicas, etc.) para su identificaciĂłn. No hay reglas sencillas para saber si una seta es comestible o no.
En este sentido, tambiĂ©n se puede recomendar el consumo de setas de cultivo disponibles en los mercados y que cada vez son mĂĄs variadas. Nos estamos refiriendo al Pleurotus ostreatus (seta de concha), los champiñones (ademĂĄs del A. bisporus, Ășltimamente tenemos a nuestra disposiciĂłn el A. brunescens, que es marrĂłn), la deliciosa Lentinula edodes (seta china, shitake) y otras.
Cada vez hay mĂĄs estudios acerca de las propiedades nutricionales de estas setas (las cuales abordaremos en artĂculos futuros) y es recomendable su consumo en cantidades moderadas por el elevado contenido en fibra. Disfrute de un consumo responsable.
En el blog de la autora, Propiedades nutricionales y funcionales de las setas, se puede encontrar mĂĄs informaciĂłn.
Teresa MarĂa LĂłpez DĂaz, Profesora de Universidad, Doctora en Veterinaria, Facultad de Veterinaria Universidad de LeĂłn, Universidad de LeĂłn