La Policía Nacional ha llevado a cabo la ‘Operación Malecón’, una compleja investigación con la que ha logrado desarticular una organización criminal dedicada a la adulteración y distribución de cocaína, asentada en las comunidades de Castilla-La Mancha y Madrid que disponía de un complejo laboratorio de cocaína en la localidad de Villaluenga de la Sagra (Toledo).
Los nueve integrantes de la banda que han sido detenidos suministraban, presuntamente, la sustancia estupefaciente a traficantes de varios puntos de España. La operación ha culminado con la incautación de 9,422 kilogramos de cocaína, 91.440 euros en efectivo, dos vehículos y un arma simulada, según ha informado la Policía en nota de prensa.
La investigación policial se inició en el verano del año 2020 en Albacete cuando los agentes tuvieron conocimiento de la presencia de un presunto traficante, dedicado a la venta de cocaína, que estaba distribuyendo esta sustancia de forma habitual desde su propio domicilio, en la ciudad de Albacete.
Al parecer, este individuo también suministraba cocaína de alta pureza a otros traficantes locales, que a su vez la vendían directamente a los consumidores finales. Ya al inicio de la investigación, se pudo descubrir que esta persona no actuaba en solitario, sino que contaba con la estrecha colaboración de un tercero al que le constaban diversos antecedentes policiales por tráfico de drogas y que recientemente había salido de prisión tras cumplir una pena por hechos de similar naturaleza.
A través de la puesta en práctica de diversas y complejas técnicas de investigación, se llegó a averiguar que estos dos individuos adquirían la droga a una organización criminal de origen colombiano asentada en el sur de la Comunidad de Madrid, desde donde la distribuían, no sólo en Albacete, sino que también la hacían llegar a otras ciudades como Plasencia, Valladolid, Lorca o Alicante.
También se pudo ubicar el lugar exacto que utilizaban como «centro de operaciones»: una vivienda unifamiliar de Villaluenga de la Sagra (Toledo), donde almacenaban la sustancia estupefaciente a la espera de su distribución.
Esta organización criminal tenía empleados a varios «correos» que iban perfectamente ataviados con uniformes de trabajo para hacerse pasar por repartidores o trabajadores de la construcción. Estos «transportistas» se encargaban de conducir las furgonetas de carga, con la droga oculta en su interior, a las ciudades de destino.
Las primeras detenciones se produjeron cuando los agentes interceptaron una de estas furgonetas en el momento en que se disponía a entrar en la ciudad de Albacete. A bordo del vehículo viajaban dos individuos procedentes de Madrid que simulaban ser operarios de una empresa de transporte de mercancías, si bien la furgoneta disponía de un habitáculo oculto en el que guardaban dos kilogramos de cocaína de gran pureza.
CUATRO DETENIDOS EN ALBACETE Y VILLARROBLEDO
Tras esta exitosa intervención, se desplegó un dispositivo policial gracias al que se detuvo a dos personas, padre e hija y residentes en la localidad de Villarrobledo, que acababan de comprar 50 gramos de cocaína a uno de los principales investigados de Albacete.
Posteriormente, se llevó a cabo la detención de los dos principales investigados, interviniendo en el lugar de trabajo de uno de ellos un paquete de cocaína de 1,2 kilogramos de peso y 38.000 euros en efectivo. En los domicilios de ambos se descubrieron 360 gramos de cocaína, 4.400 euros en efectivo, un arma simulada y diversos útiles empleados para la adulteración, dosificación y distribución de esta sustancia estupefaciente.
Los tres últimos miembros de la organización fueron detenidos en Leganés (Madrid) y Villaluenga de la Sagra (Toledo). Era en este pequeño pueblo toledano donde los traficantes habían instalado un laboratorio de cocaína en el interior de una vivienda unifamiliar en el que se intervinieron 5.700 gramos de cocaína, 13.850 euros en efectivo y todo tipo de sustancias, efectos e instrumentos para la extracción y adulteración de la sustancia.
En el registro llevado a cabo en una vivienda de Leganés, en la que residía el líder de la organización, se hallaron 35.000 euros en efectivo.
La operación ‘Malecón’ ha supuesto una de las mayores incautaciones de cocaína en la ciudad de Albacete en los últimos años, en la que han participado agentes del Grupo 42 de la Brigada Central de Estupefacientes –Comisaría General de Policía Judicial–, del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Albacete, y los Guías Caninos de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia.