Desde el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba, a través del área de Educación, ha puesto en marcha, un año más, el Programa de Apoyo a Padres y Madres, que organiza con la colaboración directa de los centros educativos y de las AMPA de la localidad. Dentro de las cuales este martes 22 se celebró la primera de ellas: ‘Comunicación con adolescentes’, a cargo de la Educadora Familiar y Social, Dulce Serrano.
La coordinadora del área de Educación, María José Fernández, señalaba que mayoritariamente quienes suelen asistir a las reuniones y tutorías de los centros educativos son las madres, unas “costumbres” que se deben intentar ir cambiando poco a poco: “Es labor nuestra, como principales educadores, que nuestros hijos e hijas tengan ejemplo de igualdad en su educación”.
“Desde la concejalía creemos que es importantísimo la formación de los padres, madres y familiares implicados en la educación, para aconsejar y resolver esas dudas que son comunes en este camino”, indico Fernández. Conforme van creciendo los hijos, desde que nacen, van surgiendo dudas en cuanto a qué es lo mejor para ellos y ellas. “No tenemos un manual que nos diga cómo actuar en cada momento, y por eso es muy importante contar con profesionales especializados que nos ayuden y orienten en esta gran labor”, indicó la coordinadora.
Por ello, una vez más, este programa ha organizado tres charlas-coloquio, dirigidas por Dulce Serrano, distribuidas a lo largo del cursos 2019-20 por trimestres, y en las cuales se tratarán temas como la comunicación con adolescentes, primeros límites o las adicciones.
Dulce Serrano es coordinadora de proyectos sociales en la Fundación Libertatem, enfocada a diversos colectivos, como así mismo, desarrolla su trabajo en su Centro de Orientación Familiar, dirigido a trabajar las emociones y adicciones, como a mediar y ayudar en conflictos entre padres e hijos, de pareja o adolescentes.
En la primera de las charlas, este martes 22, Serrano afrontó la complicada comunicación con los hijos e hijas adolescentes, en la que ofreció unas pautas para que esta sea lo más fluida posible, siempre teniendo en cuenta la distancia en años existente con los hijos, y la intervención de la naturaleza, pues sobre los 11 años empiezan una etapa en la que segregan hormonas que son las responsables de la evolución hacia la adolescencia.
A modo de resumen, la ponente ofreció siete puntos básicos para una buena comunicación: “Ya no es un bebé, evita el enfrentamiento, intenta comprender su punto de vista, mantén la calma, evita forzar la conversación, saber escuchar y ten claro que no es nada personal”.
