âUn modelo de las nuevas masculinidadesâ es la forma en la que se presentĂł a Miguel Lorente, escritor de diversas publicaciones sobre terrorismo machista y cuya trayectoria laboral, vinculada al estudio de la violencia de gĂ©nero, hizo que le nombraran Delegado del Gobierno para la violencia de gĂ©nero.
âCada dĂa tenemos la oportunidad de acabar con el machismoâ, afirmaba Lorente, quien asegura que para ello es necesario âhacerlo de manera compartida, porque nadie hace en igualdad por sĂ solaâ y âhablar de reconocimiento en igualdad es hablar reconocimiento compartidoâ.
«MI MARIDO ME PEGA LO NORMAL, PERO HOY SE HA PASADO»
Durante su discurso, el ponente hablĂł sobre su trayectoria profesional, relatando que como mĂ©dico forense se encontrĂł con muchos casos de violencia machista, en los que era habitual escuchar a las mujeres decir frases como: «mi marido me pega lo normal, pero hoy se ha pasadoâ o «mi marido me pega, pero por lo menos le importo«. âEsas mujeres me hicieron ver la realidad y entender lo que pasaba, cuĂĄl era la realidad que generaba el machismoâ.
Lorente destacĂł una idea: âLos hombres somos los responsables de esta situaciĂłn, ya que hemos creado una cultura a nuestra imagen y semejanza, donde nuestra forma de ver la realidad es la referencia para convivir y mantener relaciones, y eso es el machismoâ. A esto, añadiĂł la importancia que tiene que los hombres no se vean beneficiados de esta situaciĂłn.
AdemĂĄs, se dieron datos esclarecedores de la situaciĂłn actual de la mujer: segĂșn el CIS, las mujeres dedican cada dĂa un 97% mĂĄs que los hombres a tareas domĂ©sticas, un 26% mĂĄs a cuidados de personas, y los hombres tienen 34% mĂĄs libre. Esto supondrĂa que, mientras las mujeres solo contarĂan con el 8M para parar, los hombres pueden disfrutar de un dĂa de descanso a la semana.
El ponente ha reconocido la importancia de esta huelga, necesaria para organizar la convivencia, y recuerda que esto no deberĂa tratarse de una acciĂłn de un dĂa, sino de todos los dĂas del año, ya que cuando hablamos de violencia machista âno pasan los dĂas, sino que pasan las vidas de las mujeresâ.