El Gobierno de Castilla-La Mancha convoca hoy las ayudas para participar en el Programa de Termalismo durante el año 2018, en el que se ofertarán 5.000 plazas, un 42 por ciento más que en 2017, para dar respuesta a la alta demanda por parte de las personas mayores de la región.
El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publica hoy la resolución de la convocatoria de la Consejería de Bienestar Social, que tiene como objetivos prevenir situaciones de dependencia y la promoción de la autonomía personal de los mayores. Esta iniciativa es fruto del compromiso del Gobierno regional de recuperar y reconstruir el Sistema de Dependencia.
El Programa de Termalismo se desarrollará entre los meses de marzo y diciembre en tres turnos: marzo, abril y mayo; junio, julio, agosto y septiembre, y octubre, noviembre y diciembre.
El plazo para inscribirse en el primer turno comienza el martes 2 de enero y finaliza el día 30 del mismo mes. El Gobierno de Castilla-La Mancha invertirá en este programa 540.000 euros en 2018, un 30 por ciento más que en 2017, cuando ha contado con un presupuesto inicial de 378.000 euros.
Las ayudas serán de 108 euros por participante que se abonarán directamente al balneario, de forma que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha subvencionará, aproximadamente, el 40 por ciento de la estancia.
ÉXITO DEL PROGRAMA EN 2017
En el año 2017, el Programa de Termalismo ha sido un éxito, ya que se han gestionado 3.500 plazas frente a las 160 que hubo en 2015 con el Gobierno del PP. Además, la demanda ha sido superior a la oferta y, como consecuencia de ello, el Gobierno de Castilla-La Mancha ofertará el próximo año 5.000 plazas.
El Termalismo Social está ligado al Terapéutico, donde se han duplicado las plazas respecto a la pasada legislatura, de 213 en 2015 a 483 en 2017. De este modo, se han multiplicado por diez los participantes en las diferentes modalidades de Termalismo, de 373 en 2015 a 3.992 en 2017.
El Programa de Termalismo, además, genera 600 puestos de trabajo directos y 1.700 indirectos, lo que evidencia que los balnearios son una importante fuente de creación de empleo en las zonas rurales donde se ubican.
