miércoles, 16 abril, 2025

Las 2 cajas de bombones menos procesadas del mercado, segĂșn la OCU

El anålisis de 30 cajas de bombones revela un excesivo grado de procesado: 24 emplean grasas diferentes a la de cacao y 7 añaden jarabes

Junto con las flores, la caja de bombones es el regalo mås típico de San Valentín. Un dulce al que pocos pueden resistirse, aun conociendo su elevada carga calórica, que ronda las 65 kcal para un pequeño bombón de 12 gramos. Lo que no es tan conocido es su excesivo grado de procesado, tal y como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras analizar 30 cajas con distintos rellenos y sabores.

En efecto, lo que mås llama la atención de los técnicos de OCU es la variada mezcla de grasas. Hasta 24 de las 30 cajas de bombones seleccionadas sustituyen parte de la manteca de cacao (que se aprecia råpidamente porque se derrite a temperatura corporal) por otras grasas mås baratas, como la palma, el palmiste, la shea, el coco, el aceite de girasol o la grasa låctea. De hecho, varias de estas cajas suman hasta cinco grasas diferentes en un mismo bombón.

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Igualmente criticable, por tratarse de una medida que reduce la calidad de los bombones con el Ășnico propĂłsito de reducir el coste, es sustituir parte del azĂșcar por jarabes de glucosa y fructosa. Una circunstancia que se observa en 7 de los 30 productos analizados.

Ojo, los bombones sin azĂșcar no son necesariamente mĂĄs saludables que los que lo tienen. El contenido graso no varĂ­a y en su lugar se añaden edulcorantes como los polialcoholes, que ingeridos en exceso pueden tener un efecto laxante. Es mĂĄs, tampoco son recomendables para personas diabĂ©ticas, ya que los polialcoholes provocan un aumento de nivel de la glucosa en la sangre.

No son los Ășnicos aditivos detectados. Todos los bombones seleccionados incorporan lecitina, un emulsionante que favorece el reparto de la grasa por todo el bombĂłn y aumenta la fluidez. Otros aditivos detectados son la invertasa, el ĂĄcido cĂ­trico, el bicarbonato, el ĂĄcido sĂłrbico o la goma arĂĄbiga. MĂĄs habituales en los bombones con relleno.

Todo este cĂłctel de ingredientes y aditivos convierten a gran parte de los bombones analizados en productos ultra procesados, lo que afecta tanto a la calidad del bombĂłn, como a su sabor y a sus aromas, tal y como se advierte en la degustaciĂłn realizada por un panel de expertos pasteleros. De hecho, frente a valoraciones que apenas superan el aprobado, algunas cajas obtienen buenas o incluso muy buenas valoraciones, como sucede con los dos de los productos con mejor calificaciĂłn global.

  • Ferrero Rocher. Precio: 6,29 €/200g (31,45 €/kg). BombĂłn de agradable presencia. Es una bola de chocolate con leche con trocitos de frutos secos que baña un fino barquillo relleno de pralinĂ© de avellana. Se caracteriza por tener un sabor equilibrado y una buena textura.
  • Fin CarrĂ© (70 % cacao) de Lidl. Precio: 2,19 €/180g (12,17 €/kg). La caja incluye cuatro variedades de bombones diferentes. Destacan por su intenso sabor a cacao y una agradable sensaciĂłn en boca. PodrĂ­a mejorarse si la capa exterior fuera algo mĂĄs fina.

El coste de la caja de bombones es sin duda otro factor a tener en cuenta, ya que hay significativas diferencias entre las marcas seleccionadas: de los 7,60 €/kg de las Trufas de El Corte InglĂ©s a los 68,53 €/kg de los Dulces Deseos de Lindt. Obviamente, las marcas blancas de supermercado estĂĄn en general entre las mĂĄs baratas: cuestan 13,02 €/kg de media.

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