Felipe Ferreiro Alarcón, el morador de la histórica Venta de La Inés del Valle de Alcudia que desafió durante 30 años las presiones para que se fuera de su casa, ha fallecido este miércoles a los 95 años de edad, según ha avanzado a Europa Press su amigo Pedro Romero, presidente del Club Deportivo Churriagos.
El cuerpo de Felipe se encuentra en el tanatorio de la carretera de Almodóvar, en Puertollano (Ciudad Real), y su entierro tendrá lugar este jueves a las 18.00 horas en Brazatortas.
Ferreiro ha entrado en el imaginario colectivo por su gran bondad, que le equiparaba a un entrañable «mago blanco» del Valle de Alcudia, y por su numantina resistencia a abandonar su hogar, la histórica venta, pese a las presiones, durante 27 años. Finalmente Felipe se quedó en su casa junto a su hija con discapacidad, y consiguió, con el apoyo del Gobierno regional, que se instalara una nueva conducción de agua, como culminación de un drama titánico frente a enemigos formidables.
La llegada del agua a la Venta de la Inés en 2018 supuso un hito histórico tras décadas de conflicto entre el dueño de la vivienda, Felipe Ferreiro, de más de 85 años entonces, y los propietarios de la finca La Cotofía, por cuyos terrenos pasa ahora la conducción de agua.
El inicio de las obras se produjo a principios de mayo de 2018, cuatro meses después de que la Consejería de Fomento declarara de interés regional las obras de abastecimiento de agua a la Venta de la Inés, en el término municipal de Almodóvar del Campo, y de que el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha tomara en consideración la cuantía presupuestaria de 14.000 euros para realizar estas actuaciones.
La Venta de la Inés, donde vivían Felipe Ferreiro y su hija Carmen, es Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico. El inmueble disponía de una concesión de aguas para uso doméstico-consumo sin bebida, acordada por resolución de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de 2 de julio de 2008, pero entonces, desde hacía 30 años, no disponía de suministro de agua.
Tras décadas de conflicto entre el dueño de la vivienda –apoyado por Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia, la Asociación de Amigos de la Venta de la Inés y numerosos simpatizantes– y los propietarios de la finca La Cotofía, por cuyos terrenos pasa la conducción de agua, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir inició en febrero de 2017 los trámites para la imposición forzosa de la servidumbre de acueducto que reclamaban los propietarios de la venta, mencionada en El Quijote, para poder disponer de agua.
En 2007, el apoyo del Gobierno regional y la Diputación de Ciudad Real contribuyó a que la familia Ferreiro tuviera acceso a la luz eléctrica.
UNA VENTA LITERARIA
La Venta de la Inés está situada en pleno Parque Natural de Alcudia y Sierra Madrona y cuenta con un conjunto de edificaciones (cuadras, cocina exterior, la Venta propiamente dicha y cochera) que se alinean en el margen del Camino Real de Toledo a Andalucía, o Camino Real de la Plata, al pie del collado que sirve para cruzar la Sierra de la Umbría de Alcudia.
Aunque debe su nombre actual a su propietaria en 1761, Inés Ruiz Castellanos, la venta aparece citada en una de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, la de ‘Rinconete y Cortadillo’, y también en ‘El Quijote’, cuando se refiere al entierro del pastor Grisóstomo, en el entorno de la Fuente del Alcornoque.