El juicio contra el acusado de matar a dos personas en Las Seiscientas de Albacete en 2023 e intentar acabar con la vida de una tercera ha comenzado este viernes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de la capital con la elección del jurado y los alegatos iniciales de todas las partes.
El jurado popular -según acoge la ley para estos crímenes- de nueve titulares y dos suplentes, que ha sido seleccionado esta mañana, está formado por seis mujeres y tres hombres, así como dos suplentes (hombre y mujer) de distintas partes de la provincia, y serán los encargados de emitir un veredicto sobre si los hechos expuestos han quedado probados y sobre la culpabilidad del acusado.
Tras la lectura de los dos escritos de acusación, la fiscal ha remarcado en su alegato que llevan «dos años investigando el caso» y dispone «de pruebas más que suficientes para demostrar la culpabilidad del acusado» tras una extensa investigación policial que incluye el análisis de restos de pólvora, la intervención telefónica de los involucrados y el testimonio de personas presentes durante la contienda.
La acusación del Estado ha reconocido que el arma nunca se encontró «porque el acusado la ha hecho desaparecer para exculparse de los hechos», pero ha afirmado que en las prendas que se incautaron en su domicilio se encontraron residuos de disparo que lo sitúan a él como la única persona que llevó un arma de fuego durante la pelea.
Además, la fiscal ha sostenido que el acusado mató a su hermano no como un homicidio imprudente sino «a sabiendas de que podía impactar a su hermano» remarcando el hecho de que después no lo llevara al hospital y lo abandonara en la calle.
Por su parte, la acusación particular de la madre de A.F.G., uno de los fallecidos e hijo del hombre que resultó herido, ha reseñado en el alegato la seriedad de los hechos.
«Se está juzgando el peor de los crímenes posibles que es el de asesinato. El acusado ejecutó con un disparo a un metro de la cabeza a una persona delante de sus padres. Es lo más cruel que hay», ha enfatizado durante su turno de palabra, afirmando que la cantidad de pruebas recogidas sirven para «destruir con toda seguridad la presunta inocencia del acusado».
DEFENSA DEL ACUSADO
La defensa del acusado ha asegurado en su alegato que los hechos no dejan probado que su patrocinado fuera el causante de las dos muertes, incidiendo en las diferencias entre el escrito de la acusación fiscal y de la acusación particular.
«La Fiscalía dice en su escrito que los dos que estaban peleando estaban en el suelo cuando disparó mi acusado, mientras que la acusación particular dice que estaban de pie. Cambian además la cronología de lo ocurrido», ha destacado el abogado defensor, quien también ha remarcado que la cantidad de disparos realizados que recoge el escrito de acusación son demasiados para un cargador de un arma «a no ser que recargara el arma, tuviese un cargador modificado o hubiera una segunda pistola», algo de lo que ninguno de los testigos ha informado.
La defensa también ha puesto en duda la veracidad de los testigos oculares por ser «familiares de las víctimas».
Este proceso judicial dará sentencia a uno de los mayores sucesos acontecidos en los últimos años en Albacete, cuando, según el escrito de la Fiscalía, dos familias se enfrentaron en la noche del 21 de junio en el barrio de La Estrella en una pelea que acabó con dos fallecidos por herida de bala y un tercer herido.
La acusación fiscal expuso en su texto que el procesado, acudió con su mujer, su sobrino, conocido como ‘El Gordo’ y su hermano al domicilio de J.F.S. tras una discusión que habían tenido las mujeres de ambas familias.
Al llegar lanzaron varias amenazas, lo que hizo que J.S.F. saliera con sus dos hijos a la calle.
Mientras ‘El Gordo’ sujetaba a uno de los hijos, el hermano del acusado se enzarzó en una pelea con el otro que los llevó al suelo entre puñetazos.
En ese momento, el procesado sacó una pistola de 7,65 milímetros y disparó contra los dos que estaban golpeándose, a sabiendas de que podía alcanzar a su propio hermano, quien recibió seis balazos que acabaron con su vida en el acto.
El hijo de J.F.S quedó herido e indefenso por una herida en el tórax, pero fue rematado a quemarropa con un tiro en la cabeza.
Después el acusado apuntó con su arma a J.F.S. e intentó disparar, pero la pistola se quedó encasquillada momentáneamente. J.F.S. aprovechó para abalanzarse sobre él y tras recibir un tiro en la mano logró que la pistola se cayera al suelo.
En ese momento, viendo que llegaba cada vez más gente al lugar, el acusado decidió huir a su domicilio, recogiendo la pistola y gritando «por vuestra culpa he matado a mi hermano, os voy a matar, os vais a tener que ir todos de aquí». Fue detenido horas después en su barrio.
La Fiscalía ha pedido 15 años de prisión por un delito de homicidio, 25 años por otro delito de asesinato, siete años por un delito de tentativa de homicidio y tres años por uno de tenencia ilícita de armas.
También exige para el acusado la prohibición para residir en Albacete durante 30 años.
Además, la acusación ha pedido una indemnización de 10.600 euros para J.F.S por las lesiones sufridas, otros 10.000 euros por las secuelas y 50.000 euros por el fallecimiento de su hijo, cantidad con la que también será indemnizada la madre del fallecido.
También pide una indemnización de 120.000 euros a cada uno de los dos hijos del fallecido y 20.000 euros a cada uno de sus tres hermanos.
Por otro lado, la Fiscalía ha pedido que el acusado pague otra indemnización de 120.000 euros para el hijo de su propio hermano.
La siguiente sesión del juicio se celebrará el próximo lunes, 26 de mayo, con la declaración del acusado prevista para el jueves 29 de mayo.