El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha planteado durante la XXVI Conferencia de Presidentes de este domingo en Los Llanos de Aridane, en la isla de La Palma, la necesidad de cambiar el sistema de fijación del precio de la electricidad para acometer el origen del problema energético.
En rueda de prensa tras el encuentro, García-Page ha explicado que todos los asistentes han «planteado que se reduzcan los impuestos» respecto a la luz, considerando que una bajada de impuestos «significa una muy buena noticia para cualquier consumidor, ahora y en cualquier momento», y valorando «positivamente los esfuerzos del Gobierno para conseguir un cambio drástico de modelo de tarificación en Europa».
«Otro gallo nos estaría cantado si el modelo fuera muy distinto», ha admitido el presidente regional, que ha señalado que el Ejecutivo central «ha anticipado la posibilidad» de que el plan de reacción frente a la guerra y el coste que está derivando el «chantaje energético de Putin», tenga «un apoyo para que salga adelante el desacoplamiento del precio del gas y de las tarifas para que nos ajustemos a unos precios más realistas».
No obstante, y aunque «todo el mundo está de acuerdo en que haya una cierta deducción fiscal» también hay una coincidencia general para ir a la causa del problema. «Cambiar el modelo energético significa atacar la infección, significa ir al problema, ir a las causas del problema y eso es lo realmente trascendente», aunque también sea importante «bajar la fiebre de entrada», ha reconocido García-Page.
No obstante, el dirigente castellanomanchego ha recordado que las decisiones que se toman en España se tienen también que adoptar en Europa y saber «si en Europa van a poner fondos para que los gastemos en España» e imponiendo un modelo «que beneficie a todos». «El presidente se ha comprometido», ha dicho García-Page, a la espera de saber qué va a hacer Europa.
De otro lado, ha considerado que la UE está saliendo «reforzada» por su respuesta a la crisis sanitaria y la guerra, y ha valorado que haya habido un consenso «más que global» debido al «momento absolutamente excepcional en el que estamos viviendo» y de un contexto «que puede cambiar mañana y todavía más pasado mañana».
En cuanto a la atención a los desplazados o refugiados, se ha mostrado partidario de «organizar y coordinar lo más rápidamente posible» la llegada de estas personas, mediante el Plan de Acogida de Refugiados, pero ha añadido que «la tranquilidad» viene del hecho de saber que va a haber un fondo y que el Gobierno central «asume financiar el coste específico que supone atender a los refugiados de Ucrania», algo que «importa hoy» pero que importará más en adelante si esta situación continúa por los costes sanitarios, educativos y de prestaciones sociales que pueden derivar de ella.
REDIRECCIONAR EL FONDO DE SOLVENCIA EMPRESARIAL
De otro lado, ha demandado la utilización del Fondo de Solvencia Empresarial no gastado para usarlo con los sectores que están en crisis, asegurando que el dinero que no se ha podido usar –porque los requisitos planteados «han sido en muchos casos difíciles de cumplir»– antes de devolverlo se «redireccione» para ayudar a los sectores con dificultades económicas, y a las necesidades de los autónomos y empresarios.
También se ha referido a la necesidad de «no perder de vista la reclamación del Fondo COVID», considerando «inevitable» que en la Comisión Interterritorial de Hacienda se plantee que habrá que atender la financiación «de lo que va a ser un COVID persistente» y lo que todavía actualmente está en proceso así como los costes de vacunación de las diferentes comunidades autónomas.
El presidente regional ha pedido cambios en la Política Agraria Común (PAC) para que no haya que dejar tierras en barbecho y, consciente de las «dificultades» en la gestión de las renovables, también ha solicitado que se hagan modificaciones normativas para agilizar esos proyectos.
Finalmente, a preguntas de los medios, ha asegurado que aunque las diferencias entre las 17 comunidades autónomas son «legítimas y razonables», este encuentro de presidentes, «comparado con los debates parlamentarios es una balsa de aceite y comparado con los debates internos de algunos partidos esto es el cielo, el paraíso», ha concluido.