Las entidades animalistas de Albacete -Fundación Alma Animal, Dejando Huella, EnGatadas y El Arca de Noé- han anunciado que abandonan la Mesa de la Ordenanza Municipal de Bienestar Animal.
Según argumentan en nota de prensa, «el inasumible pliego de condiciones del contrato de recogida de animales abandonados es el detonante de esta decisión, pero hay más razones como son la ausencia de avances, el excesivo tiempo que está tomando este asunto por parte de la Concejalía de Sostenibilidad y Cambio Climático, más de dos años y medio, o la falta de disposición del Ayuntamiento a la hora de dejarse asesorar por las entidades de protección animal».
Las entidades aseguran que, aunque al equipo de Gobierno «le cueste entenderlo», ellas son las expertas en esta materia y quienes más legitimadas están por su trabajo para «dar voz» a los intereses de los animales, y deberían -dicen- «haber sido escuchadas tanto en la elaboración del pliego de recogida de animales abandonados como en la elaboración de la Ordenanza de Bienestar Animal».
Denuncian que «el nuevo pliego contradice el marco normativo, está repleto de falta de rigor y criterios éticos, es abusivo con el contratista y no reconoce el trabajo de las entidades animalistas de la ciudad que estamos desarrollado un trabajo serio en Albacete en beneficio de los animales abandonados y maltratados».
«No podemos sentarnos a la mesa y colaborar con quienes en apariencia pretenden perseguir o proponer el bienestar animal cuando entre las propuestas del nuevo pliego que han elaborado está el sacrificio de los gatos ferales con enfermedades irreversibles».
Es por todo ello que piden al Ayuntamiento de Albacete que reconsidere las condiciones del pliego de recogida de animales abandonados y haga posible la continuidad en este servicio de la A.P.A.P El Arca de Noé o de otra entidad animalista de la ciudad.
Además, le pide que afronte el problema real de los gatos ferales urbanos con un plan de control poblacional ético, junto a las entidades animalistas firmantes, así como que colabore, tenga en cuenta, y dote del presupuesto requerido a las entidades animalistas que con diferentes actividades llevan a cabo un trabajo «serio» por los animales abandonados y maltratados de la ciudad.
