martes, 19 noviembre, 2024

Si vas a coger setas, estas son las que deberías evitar

Se estima que en la penĂ­nsula ibĂ©rica pueden encontrarse mĂĄs de 1.000 especies distintas, de las que tan solo un pequeño nĂșmero se considera de interĂ©s bromatolĂłgico o culinario

Por fin el otoño, esa estaciĂłn llena de colores llamativos: amarillo, naranja, rojo, marrĂłn
 TambiĂ©n Ă©poca en la que mĂĄs especies de setas crecen en bosques y praderas.

Se estima que en la penĂ­nsula ibĂ©rica pueden encontrarse mĂĄs de 1.000 especies distintas, de las que tan solo un pequeño nĂșmero se considera de interĂ©s bromatolĂłgico o culinario.

De hecho, solo unas 60 especies se pueden comercializar. Del resto, hay varias decenas que son tĂłxicas para el humano. Por eso se deben extremar las precauciones a la hora de recolectarlas, especialmente si son para consumo.

Setas preferidas para el consumo

Si vas a coger setas, estas son las que deberías evitarAmanita caesarea. Wikimedia Commons / Ermell, CC BY-SA

Desde la Ă©poca de los romanos se conoce la exquisitez de la “seta de los cĂ©sares” (Amanita caesarea). Esta especie, con sus caracterĂ­sticos colores (naranja en la cutĂ­cula –membrana que cubre el sombrero–, amarilla en el resto de la seta, salvo la volva –membrana que envuelve la base del pie–, que es blanca) es considerada por algunos la mejor seta, aunque sobre gustos se pintan colores.

Torre de Gazate Airén

Otros prefieren las macrolepiotas (setas con forma de sombrilla, cuyo sombrero debe alcanzar mĂĄs de 10 centĂ­metros, con escamas, con anillo membranoso “mĂłvil»y colores crema).

Un ejemplo serĂ­a el «parasol” (Macrolepiota procera) o las “rusulas” (setas con carne granulosa, que se parte como una tiza en el pie, que no produce lĂĄtex –lĂ­quido de colores variables que aparece al cortar las lĂĄmina–). Entre ellas se encuentra la apreciada “carbonera” (Russula cyanoxantha).

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Si vas a coger setas, estas son las que deberías evitarFotografía de la seta ‘Agaricus macrosporus’. / Teresa M. López. Universidad de León.
Si vas a coger setas, estas son las que deberías evitarEspecie de seta ‘Boletus’. / Teresa M. López. Universidad de León.

En los pinares, ÂżquiĂ©n no ha recogido “nĂ­scalos”? Estas son hermanas de las “rĂșsulas” pero con lĂĄtex de color naranja o rojo que se torna a verde en contacto con el aire.

TambiĂ©n en estos bosques abundan los “tricholomas” como el Tricholoma portentosum (o “capuchina” por su caracterĂ­stico sombrero en forma cĂłnica) o el T. terreum (o “negrilla”, por el tono gris de las lĂĄminas), en ambos casos con lĂĄminas escotadas.

Lokinn

Por otra parte, en las praderas abundan los champiñones, entre los que se aprecian especialmente Aagaricus arvensis y A. macrosporus, con su agradable olor anisado. Estas setas tienen las låminas primero rosas y luego marrones (pie sin volva, pero con anillo). Y así podríamos mencionar otras especies muy apreciadas.

Finalmente, dentro de las setas que tienen poros debajo del sombrero (en vez de láminas), no podemos olvidar los “boletus”, como el Boletus edulis (“calabaza”), setas muy apreciadas en cocina.

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¿Qué setas producen intoxicaciones graves?

Pero no todo es tan bonito como parece cuando decidimos ir a buscar las setas que cocinaremos esa misma noche tras un día de senderismo en la montaña. Como decíamos, hay decenas de especies de setas tóxicas. Entre ellas, una decena pueden ser mortales, por lo que es imprescindible saber reconocer la seta que se va a consumir.

Si vas a coger setas, estas son las que deberías evitarFotografía tomada por la autora del artículo de la seta ‘Amanita phalloides’. Teresa López

La que ocasiona más intoxicaciones graves e incluso la muerte es la Amanita phalloides con sus característicos anillo y volva membranosos, pie blanco o con tonos verdosos, láminas blancas y cutícula de un color verde “metalizado” muy peculiar (memorice bien su imagen, pues es de las más tóxicas).

Un solo ejemplar de esta seta puede causar la muerte de varias personas por su elevado contenido en toxinas (amatoxinas, falotoxinas, etc.) que afectan al hígado. Pueden destruir sus células si no se proporciona un tratamiento médico adecuado y råpido.

Esta especie, conocida tambiĂ©n como oronja verde u oronja mortal, abunda en nuestros bosques (preferentemente en robles, encinas, castaños, avellanos
), de ahĂ­ la prevalencia de la intoxicaciĂłn (sĂ­ndrome faloideo).

Cualquier amante de las setas debería saber reconocerla, a ella y a sus congéneres, la A. verna y la A. virosa, muy similares pero de color blanco (ambas también mortales pero mucho menos frecuentes).

Con las mismas toxinas pero en menor concentraciĂłn podemos encontrar, incluso en los parques urbanos, las “lepiotas” de pequeño tamaño (muy similares a las macrolepiotas citadas antes, pero con diĂĄmetro del sombrero inferior a 10 cm y con anillo fugaz, no membranoso).

Otros síndromes graves ocasionados por setas son debidos a especies afortunadamente poco comunes. Por ejemplo, el síndrome orellånico provocado por Cortinarius orellanus (el órgano diana es en este caso el riñón) o el giromitrínico causado por Gyromitra esculenta (con destrucción de los glóbulos rojos).

Otras setas tĂłxicas para el consumo humano

Pero tambiĂ©n hay un nĂșmero importante de setas que nos ocasionan un sĂ­ndrome gastrointestinal, como la Russula emetica, el Lactarius torminosus, los Agaricus (del grupo xanthoderma que amarillean fuertemente en la base del pie y emiten un fuerte olor a fenol), el Entoloma lividum (“seta pĂ©rfida”, muy parecida a la seta de San Jorge), Calocybe gambosa (de primavera), con su caracterĂ­stico olor a harina, etc.

Si vas a coger setas, estas son las que deberías evitarFotografía de la seta ‘Amanita muscaria’ / Teresa M. López. Universidad de León.

Por supuesto, tambiĂ©n habrĂ­a que mencionar las setas que afectan al sistema nervioso provocando los sĂ­ndromes muscarĂ­nico (por las “clitocibes”, pequeños de colores claros, setas con forma de embudo muy comunes) o el micoatropĂ­nico (por Amanita muscaria –la seta de los enanitos, sombrero rojo con escamas blancas– y Amanita pantherina). Por citar los sĂ­ndromes mĂĄs comunes.

PrecauciĂłn en la recogida de setas

En definitiva, como vemos, hay un nĂșmero importante de intoxicaciones, por lo que, aunque a todos nos tiente coger las setas que vemos en nuestros paseos por el monte, nunca debemos consumir lo que no se conozca y debemos acudir a los servicios locales (ayuntamientos, sociedades micolĂłgicas, etc.) para su identificaciĂłn. No hay reglas sencillas para saber si una seta es comestible o no.

En este sentido, tambiĂ©n se puede recomendar el consumo de setas de cultivo disponibles en los mercados y que cada vez son mĂĄs variadas. Nos estamos refiriendo al Pleurotus ostreatus (seta de concha), los champiñones (ademĂĄs del A. bisporus, Ășltimamente tenemos a nuestra disposiciĂłn el A. brunescens, que es marrĂłn), la deliciosa Lentinula edodes (seta china, shitake) y otras.

Cada vez hay mĂĄs estudios acerca de las propiedades nutricionales de estas setas (las cuales abordaremos en artĂ­culos futuros) y es recomendable su consumo en cantidades moderadas por el elevado contenido en fibra. Disfrute de un consumo responsable.


En el blog de la autora, Propiedades nutricionales y funcionales de las setas, se puede encontrar mĂĄs informaciĂłn. The Conversation


Teresa MarĂ­a LĂłpez DĂ­az, Profesora de Universidad, Doctora en Veterinaria, Facultad de Veterinaria Universidad de LeĂłn, Universidad de LeĂłn

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