En pleno Campo de Calatrava, una de las regiones volcánicas más importantes de la Península Ibérica, se elaboran los ‘Magmitos’, un delicioso pastel que emula un volcán en erupción y que en las últimas semanas, coincidiendo con la erupción del volcán de La Palma, se ha convertido en el protagonista de la carta de postres de muchos restaurantes.
La erupción del volcán de La Palma y el empeño de la Diputación de Ciudad Real por lograr que esta comarca, que alberga más de 350 edificios volcánicos de erupciones de tipo hawaiano, estromboliano o hidromagmáticas, sea reconocida por la Unesco como «Geoparque: Volcanes de Calatrava»l, ha llevado a muchos curiosos a querer degustar este rico pastel.
La Pastelería Artesana María Magdalena, un negocio familiar que tiene su sede en Poblete (Ciudad Real) y es regentada por Nines Flores y Manuel Pérez Milla desde 1985, lleva desde hace dos años produciendo y poniendo en el mercado los ‘Magmitos’.
Este pastel recuerda con su forma a los volcanes que han esculpido el paisaje de esta comarca, pero, sobretodo, supone toda una «delicatessen» para el paladar de sus comensales.
La idea original de elaborar los ‘Magmitos’ surgió del alcalde del municipio en el que se encuentra la empresa pastelera, Luis Alberto Lara, que ha explicado a Efe como el consistorio siempre ha apostado por impulsar el turismo relacionado con los volcanes del Campo de Calatrava.
Una forma de hacerlo, ha dicho, era proponiéndoles a esta familia la posibilidad de elaborar un pastel original, una idea que acogieron con entusiasmo y que también ha sido bien recibida entre los clientes.
La propuesta del alcalde fue bien recibida por los pasteleros, que se pusieron manos a la obra y comenzaron a hacer pruebas hasta que surgió un bizcocho con crema de trufa cubierto de chocolate crujiente.
El primer paso para elaborar este dulce fue elaborar una fina plancha de bizcocho, a base solo de harina, huevo y azúcar, sobre la que extendieron una capa de yema, elaborada con azúcar, huevo y harina de maíz, que se enrolla simulando un pequeño y fino brazo de gitano, explica a Efe Nines Flores.
Estas finas rodajas son la base del ‘Magmito’ y sobre ellas se coloca la «montaña del volcán», que está formada por una crema de trufa elaborada a base de nata y cacao puro.
Con una manga pastelera, en un proceso totalmente manual, se inyecta, dentro de la montaña de trufa, la ‘lava’ que es mermelada de albaricoque.
Después el bizcocho y la trufa se cubren con chocolate negro crujiente, sobre el que se añade chocolate blanco con colorante anaranjado que simula la lava saliendo del volcán.
Martina Pérez, hija de Nines, subraya que lo original de este dulce, además de su concepción como tal, es la forma que tiene de degustarse.
«Hay que degustarlo de arriba hacia abajo» y eso, añade, «es así, porque entonces podremos disfrutar de una explosión de sabores que se entremezclan entre sí. Además, con el primer bocado surgirá del interior del pastel el manto de lava que forma la mermelada de albaricoque».
Los Magmitos, junto con el resto de pasteles, hojaldres y tartas que elabora esta pastelería familiar, se pueden encontrar en muchas ciudades españolas como Palma de Mallorca, Barcelona, Zaragoza, Madrid, Sevilla o Salamanca y sus productos, también están en las estanterías de grandes cadenas de hipermercados, distribuidas por todo el país.
