El Pabellón del Nuevo Manzanares es la ‘casa del balonmano’. No sólo porque allí entrenan los clubes federados de la localidad, también porque en esta instalación es donde se desarrolla la actividad de la escuela deportiva de balonmano. Este servicio, gestionado por el Área de Deportes del Ayuntamiento de Manzanares, cuenta con la participación de alrededor de 130 niños y niñas.
La juventud de Manzanares dispone de una amplia oferta para practicar su deporte favorito. En el caso del balonmano, los chicos y chicas benjamines, alevines, infantiles y cadetes pueden formar parte de la escuela deportiva municipal, cuya actividad se desarrolla durante toda la temporada en el Pabellón del Nuevo Manzanares. “El número de inscritos cada año va creciendo, así que estamos muy contentos”, revelaba uno de los técnicos, Miguel Carballo, muy contento “porque en Manzanares hay mucha afición a este deporte”, algo de lo que posteriormente “se benefician los clubes de Manzanares, que se pueden nutrir de estas escuelas”.
Precisamente en el Pabellón del Nuevo Manzanares se celebraron este fin de semana varios partidos correspondientes al Campeonato Regional de Deporte en Edad Escolar, competición en la que la escuela deportiva municipal de balonmano participa con hasta diez equipos masculinos y femeninos (“todos nuestros conjuntos salvo el benjamín, ya que al ser la categoría de menor edad no cuenta con una liga como tal”).
Los partidos disputados este fin de semana tenían, además, un aliciente para los jóvenes jugadores: los equipos estrenaron equipaciones proporcionadas por el principal patrocinador de la escuela deportiva municipal de balonmano, Finura de Ibéricos – Embutidos Rodríguez, con la colaboración de ALM Empresas y Seguros Soliss.
Los técnicos coinciden en que en categorías inferiores lo más importante no es el resultado final, sino las experiencias que viven los niños y niñas. “Aprenden, disfrutan de los entrenamientos, se lo pasan bien en los viajes… Al final hay muy buen ambiente en todos los equipos y eso es lo que hace que los chicos y chicas sigan jugando al balonmano”, apuntaba Rubén Mascaraque.