Tras iniciarse la recogida de la uva a mediados del mes de agosto, no sin cierto temor e inquietud a los contagios y brotes, desde la Denominación de Origen La Mancha realizan un “balance positivo desde la normalidad con la que se ha vendimiado”.
En palabras del Presidente del Consejo Regulador, Carlos David Bonilla, “afortunadamente, los protocolos se han cumplido y la normalidad nos ha permitido llegar a la recta final de la vendimia sin problemas reseñables, siendo incluso un ejemplo del buen cumplimiento”. Bonilla también ha destacado “el buen estado sanitario del fruto final entrante en bodega, estando en la antesala de una buena campaña en calidad para los vinos DO La Mancha”.
Una producción ligeramente superior a una campaña media
Aunque las previsiones técnicas a mediados del verano auguraban una cosecha generosa en proporciones, finalmente las cantidades de incremento se han movido en cifras superiores en torno al 25 % con respecto a la campaña de 2019, si bien ésta fue una campaña muy corta con respecto a un año normal.
Desde el sector cooperativo, que es el que más uva recolecta en la Zona de Producción La Mancha, su Presidente nacional y autonómico, Ángel Villafranca, también “ha querido subrayar el buen funcionamiento de las medidas COVID en bodegas y cooperativas para el normal desarrollo de la vendimia”.
Técnicos como Roberto Laguna, enólogo en Vinícola de Castilla (Manzanares, provincia de Ciudad Real), destacan incluso la similitud con la cosecha anterior: “llevo ya quince campañas y algunas se adelantan y otras se retrasan, pero es llamativo que este año su simetría temporal y en cantidades con la vendimia de 2019”. No debemos pasar por alto que el año pasado la cosecha fue algo más elevada en zonas de Ciudad Real frente a las comarcas manchegas de Toledo y Cuenca.
Por su parte, David Villora, técnico de campo en Bodegas Campos Reales (El Provencio, Cuenca), muestra su satisfacción con los parámetros de calidad de la uva entrante en bodega: “estamos contentos porque algunas variedades nos han sorprendido para bien, con niveles de PH muy buenos. Por ejemplo, el tempranillo que ha llegado bastante maduro y con buena acidez, con niveles cercanos a 5 en tartárico”. En esta cosecha la producción ha sido alrededor de un 30 % superior a 2019, un año que fue muy corto en producción.
Incertidumbre comercial en los mercados
Cerrado el ciclo biológico de la vid con la vendimia, es el turno para las tareas en las bodegas donde se trabaja en la elaboración y próximo embotellado de los vinos con Denominación de Origen La Mancha.
Desde el Consejo Regulador, la mirada está puesta ahora en el comportamiento de los mercados exteriores, donde se abre un periodo de relativa incertidumbre, aunque se espera recuperar una mayor actividad y presencia en los puntos de exportación donde los vinos manchegos estaban bien situados en 2019.
Por ello, la promoción exterior se quiere retomar cuanto antes, ya que a juicio de Miguel Ángel Valentín, gerente de Bodegas Allozo-Centro Españolas y vocal en la junta directiva del Consejo Regulador, “es importante que La Mancha vuelva a recuperar sus niveles de venta en el exterior para permitir así revalorizar nuestros vinos”.
En este sentido, las expectativas están puestas en mercados como el asiático, donde se espera que la gradual recuperación económica del gigante chino, (principal consumidor de los vinos DO La Mancha con 7.245.540 botellas en 2019) pueda reactivar la demanda del consumo exterior para los vinos de La Mancha.