Albacete va a rendir un homenaje a dos personalidades en el mundo del toro, el banderillero Mariano de la Viña y el doctor Carlos Val-Carreres, el próximo sábado, 25 de enero, a las 20.00 horas. El evento contará con la actuación de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete y en el mismo intervendrán los dos protagonistas.
«Será un sencillo acto, pero estará cargado de emotividad y sinceridad», ha indicado el alcalde, Vicente Casañ, a su vez concejal de Asuntos Taurinos. «Varias entidades y asociaciones de Albacete han demostrado su interés por hacer reconocimientos a Mariano de la Viña y al doctor Val-Carreres y hemos entendido que era conveniente aglutinar sensibilidades en torno a un acto en sede municipal».
Según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, se trata, además, de un acto abierto al público, hasta completar el aforo de la sala de exposiciones del antiguo Ayuntamiento, hoy Museo Municipal. El acto de reconocimiento a ambos protagonistas contará con la participación del cirujano jefe de la Plaza de Toros de Albacete, presidente de la Sociedad Española de CirugÃa Taurina, el doctor Pascual González Masegosa.
Mariano de Mingo Simón (Albacete, 1968), conocido como Mariano de la Viña, debe su vida al doctor Val-Carreres, en cuyas manos cayó tras la grave cogida que sufrió en la plaza de La Misericordia de Zaragoza en octubre y que lo llevó a entrar en la enfermerÃa de la plaza de toros en parada cardÃaca, tras recibir dos cornadas y sufrir un traumatismo craneoencefálico.
Mariano de la Viña es banderillero en la cuadrilla de Enrique Ponce desde hace 31 años, salvo un breve periodo de tiempo que estuvo a las órdenes de Daniel Luque. Tiene a sus espaldas más de 2.400 corridas como banderillero.
Su afición taurina le viene de familia, él representa la tercera generación taurina de los de la Viña, apelativo que adquirió su abuelo Valeriano tomándolo del barrio madrileño donde se asentó cuando dejó el pueblo de Guadalajara donde nació. El trabajo en los ferrocarriles trajo a su abuelo Valeriano hasta Albacete, donde fijó su residencia e hizo de todo en el mundo de los toros, novillero, banderillero, ganadero y empresario. Su hijo Mariano le secundó, fue banderillero, además de profesor en la Escuela Taurina de Albacete. El relevo lo tomarÃa el subalterno ahora homenajeado, de su padre recibió el nombre y la afición taurina que hace unos meses cerca estuvo de costarle la vida.
La pericia y el buen hacer del doctor Val-Carreres, jefe de CirugÃa de la plaza de toros de Zaragoza, le salvaron. El doctor Val-Carreres es uno de los mayores expertos en cirugÃa taurina de España, considerado por muchos como el ‘número 1’. Como el subalterno De la Viña, él también heredó la profesión de su familia, pues desciende de una reputada saga de médicos. Su abuelo y su padre también estuvieron al frente de la cirugÃa de La Misericordia. A ellos les debe su pasión por la medicina y por los toros, un legado al que dará continuidad su hija Pilar.
Carlos Val-Carreres ha tenido en sus manos grandes figuras del toreo que han sufrido corridas más que aparatosas, como Juan José Padilla que sufrió una cornada que le dejó sin visión en el ojo, o el Juli, a quien una cornada le diseccionó parte de la musculatura y las venas femorales.