Los permisos que el Consejo de Seguridad Nuclear ha de otorgar al Gobierno regional para poder usar la alta tecnología con radiación van a condicionar la apertura del Hospital Universitario de Toledo, prevista para el primer semestre de 2020, en concreto para los meses de «mayo o junio».
Así lo ha explicado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, que este jueves ha visitado junto al presidente regional, Emiliano García-Page, el nuevo hospital, donde ha precisado que el Ejecutivo autonómico ya gestiona con los organismo pertinentes los respectivos permisos de uso de radiación en estas instalaciones.
En esta visita, el responsable de la Sanidad castellano-manchega ha asegurado que la apertura del nuevo Hospital Universitario de Toledo va a suponer «un importante impulso en la contratación de profesionales», con un incremento de más de 500 plazas en la plantilla respecto a la existente en estos momentos.
Tras avanzar que el Ejecutivo invitará tanto a los alcaldes de la zona perimetral de Toledo, como a asociaciones, colectivos y profesionales a que realicen visitas al nuevo hospital para que lo conozcan, ha asegurado que los accesos a la infraestructura sanitaria ya están hechos.
A preguntas de los medios, ha vuelto a recordar que será un grupo de trabajo integrado por la Administración local, regional y estatal el que tenga que dar soluciones al acceso al barrio de Santa María de Benquerencia vía carretera, asunto que espera esté solucionado en los «siguientes meses».
MENOS DERIVACIONES A LA SANIDAD PRIVADA
En otro orden de cosas, y también a preguntas de los medios, el titular regional de Sanidad se ha mostrado convencido de que al contar el nuevo Hospital Universitario con servicios de los que hasta ahora adolece el sistema regional sanitario –como los de medicina nuclear– se van a reducir las derivaciones a las clínicas privadas.
«Somos de las comunidades que menos la usamos –la sanidad privada– y ese es el camino a seguir. Hay que contar con ella como un complemento, no como un fin», ha defendido.
Dicho esto, ha vuelto a asegurar que una vez el nuevo hospital abra sus puertas y se produzca el traslado del Virgen de la Salud serán la Tesorería de la Seguridad Social y el Ayuntamiento de Toledo los que han decidir el uso que dan al edificio vacío.
«Es una negociación que han de hacer ellos», ha añadido Fernández, que ha insistido en que el Ejecutivo regional en ningún momento se ha planteado bajar el Hospital Virgen del Valle a la Avenida de Bárber, «porque la estructura de ese hospital está mejor que la que presenta el Virgen de la Salud y sería contraproducente para la atención sanitaria», ha concluido.