La mala planificación, falta de preocupación en la gestión municipal y el desinterés mostrado por el concejal de Juventud y Deportes, José Carlos Cobo, sobre la piscina climatizada “Diana Sánchez” ha hecho que el Ayuntamiento haya tenido que asumir un sobrecoste superior a los 60.000 euros desde que la empresa adjudicataria del servicio dejara el mismo el pasado mes de junio.
Así lo ha expresado el PSOE de Socuéllamos a través de nota de prensa, quienes aseguran que el concejal, aun sabiendo que se iba a llevar a cabo esa renuncia por parte de la empresa, la falta de planificación de la Concejalía ha supuesto que el equipo de Gobierno de PP y UPyD haya tenido que contratar a tres empresas para hacerse cargo del personal y una para llevar a cabo el mantenimiento de la instalación hasta que una nueva empresa se haga cargo de la gestión, en un concurso abierto que se resolverá a primeros de febrero, habiendo transcurrido siete meses desde que la anterior adjudicataria dejase la gestión.
Para la formación, la renuncia llevada a cabo por la anterior empresa supone una grave irresponsabilidad por parte de un equipo de Gobierno que aceptó la resolución del contrato, a pesar de los graves incumplimientos llevados a cabo por la empresa adjudicataria, lo que ha supuesto que el Ayuntamiento haya tenido que asumir los costes de suministros como gas, agua o electricidad, costes que eran asumidos por la empresa concesionaria del servicio.
Según expresa el partido, si el coste para el Ayuntamiento era de 69.548 euros por temporada, en base a la subvención concedida a la empresa adjudicataria, en estos meses el gasto se ha disparado por la mala planificación de la Concejalía de Juventud y Deportes, que ha ido encadenando contratos con empresas para hacerse cargo del personal y el mantenimiento, en vez de haber requerido a la adjudicataria que cumpliera con sus obligaciones o, en caso de no hacerlo, haber denunciado el contrato.
Además, reclaman que desde el Ayuntamiento se ha requerido a la empresa que se haga cargo de elementos en mal estado o que no se encuentran en la instalación, como el limpiafondos automático, distintos grupos de presión, el mal funcionamiento del baño de vapor, deficiencias en aparatos del gimnasio y tareas de conservación y mantenimiento de equipos e instalaciones que no se han realizado antes de renunciar al servicio.
Todo esto, y bajo declaración del partido, ha motivado que el Ayuntamiento haya tenido que asumir los costes de estas reparaciones, como ha sucedido con la reciente compra de un limpiafondos por un importe cercano a los 3.000 euros.