El candidato socialista a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este jueves no tener «una fórmula decidida» sobre con quién pactaría tras las elecciones del 26 de mayo. Aunque ha precisado que «hay que ver los resultados» de ese domingo, sí ha descartado pactar con Vox, ve «imposible» hacerlo con el PP, con el que sí puede «llegar a muchos acuerdos importantes para la región», y ha admitido que con Ciudadanos «hay un espacio de consenso».
De este modo se ha pronunciado García-Page, entrevistado en el Programa de Ana Rosa, donde ha asegurado que se apoyará «en quien sea, y contará con todos si es posible». «Pero el programa que tiene que mandar es el que sale mayoritariamente elegido en la urna», ha recordado.
El también presidente de Castilla-La Mancha, después de insistir en que va a «intentar pactar con todo el mundo pero sin necesitarlo», ha dicho, no obstante, que no va «a pedir el voto ni lo va a facilitar para nadie», pues aspira a la mayoría. «Puedo hablar de experiencia favorable del pacto con Podemos, también a veces tiene que ver con la forma de ser», ha agregado.
Y es que, en otro orden de asuntos, García-Page ve como «una opción», que en Castilla-La Mancha gobierne el PP, con Ciudadanos y Vox, pues ha advertido de que si se extrapolan los resultados de las Elecciones Generales a los ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, «el PSOE podría perder prácticamente el 90 por ciento del poder institucional que hoy tiene». «Necesitamos mucho más apoyo social del que hemos conseguido en las nacionales», ha advertido.
