El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha adelantado este lunes su «compromiso nítido» a no incrementar la presión fiscal en la Comunidad Autónoma e incluso ha añadido que se podría «plantear algún retoque a la baja» en un marco de consenso con empresarios y sindicatos.
«No voy a hacer nada con los impuestos si no es de la mano de empresarios y sindicatos y si nos planteamos una rebaja tiene que ser sobre la base de que primero se ha sustanciado el debate sobre la financiación autonómica», ha explicado en un desayuno de La Tribuna de Toledo.
En este contexto, ha señalado que, como presidente regional, quiere potenciar acuerdos con otras autonomías para que el Estado «plantee y gestione una racionalización y convergencia fiscal de impuestos que sólo lleva a enfrentamientos con otras comunidades autónomas» pese a ser tasas «insustanciales».
Así, ha insistido en que regiones como la Comunidad de Madrid han incurrido, a su juicio, en una estrategia de ‘dumping’ fiscal, pero las autonomías no han «nacido para agrandar las brechas de renta», apuntando que las regiones «que están que lo tiran, en términos económicos», ya sea en gasto o en ingresos, «deberían ser consultadas a última hora» en el contexto de la financiación autonómica.
Esta propuesta, según ha dicho García-Page, se la trasladará al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la próxima reunión que mantengan, y la elevará a la Conferencia de Presidentes cuando se convoque.