viernes, 22 noviembre, 2024

El año 2018 ha sido el noveno más cálido y el segundo más lluvioso del siglo XXI

El año 2018 ha sido el noveno más cálido y el segundo más lluvioso de este siglo y el duodécimo más caluroso y quinto más lluvioso en 53 años en España, desde que en 1965 comenzaron los registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha indicado que 2018 se sitúa así como un año «muy húmedo», el segundo más lluvioso del siglo, por detrás del año 2010, con un 25 por ciento más de precipitaciones de lo normal.

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En aquella ocasión, según ha explicado a Europa Press, las lluvias del invierno contribuyeron a situar a 2010 como el año de más precipitaciones en España mientras que en el 2018 fue el peso del aporte hídrico durante la primavera el que contribuyó a este resultado. De hecho, en la primavera pasada se registraron un 83 por ciento más lluvias de lo normal.

Además, ha añadido que el estudio definitivo sobre la climatología del año 2018 concluye que la temperatura ha sido 0,4 grados centígrados (ºC) superior al valor medio anual ha tratado del decimosegundo año más cálido desde el comienzo de la serie en 1965 y del noveno más cálido en lo que llevamos del siglo XXI.

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Por zonas, 2018 ha sido muy cálido en amplias zonas de Cataluña, Valencia, Murcia, Aragón, Galicia, noroeste de Castilla y León y norte del País Vasco y Navarra, donde se ha llegado a alcanzar un carácter «extremadamente cálido» en puntos aislados de Cataluña, sur de Galicia y costa del País Vasco.

En el resto de la mitad norte y del tercio este de la península predominó el carácter cálido. Por el contrario, en amplias zonas de Extremadura, Andalucía y sur de Castilla-La Mancha 2018 resultó entre frío y muy frío. En Baleares el año fue en conjunto cálido, mientras que en Canarias fue frío o muy frío.

Asimismo, la AEMET destaca en su informe anual que en dos observatorios principales de Cataluña, en Barcelona-aeropuerto y Reus-aeropuerto, la temperatura media anual de 2018 superó el anterior valor más alto de sus respectivas series.

La primavera (marzo-mayo) tuvo un carácter frío, con una temperatura media de 13,4ºC, valor que queda 0,2ºC por debajo de la media de esta estación, mientras el verano resultó cálido, con una temperatura de 23,6ºC, un valor de 0,6ºC más de la media de la estación.

El otoño, por su parte, entre septiembre y noviembre tuvo un carácter muy cálido, con 1ºC más que la media de cada estación y el mes de diciembre fue cálido en su conjunto pero cercano a muy cálido, con una temperatura media de 9,2ºC, es decir 1,2ºC más que la media mensual.

Sin embargo, una de las características del verano de 2018 fue la escasez de episodios de calor, con una única ola de calor, entre el 1 y el 7 de agosto en la Península y Baleares en la que se superaron los 40ºC en amplias zonas del sur y del centro de la Península e incluso con más de 45ºC en puntos de Andalucía y Extremadura.

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Las más altas del año se dieron precisamente eso días, con 45,1ºC en Córdoba el 4 de agosto; 44,7ºC en Badajoz-aeropuerto el día 3; 44,5ºC en Sevilla-aeropuerto el día 3 y los 42,9ºC en Morón de la Frontera, también el 3 de agosto.

En tres observatorios se superó durante la ola de calor la temperatura máxima absoluta registrada en su serie histórica y en ocho observatorios principales la temperatura mínima diaria más alta superó el valor más alto de la serie de cualquier mes de verano.

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Por otro lado, no se registró durante el pasado año «ninguna ola de frío» aunque sí se dieron varios episodios fríos en la primera quincena de marzo. Las más bajas se registraron en Molina de Aragón, con -12,8ºC; Teruel, con -11,0ºC y Puerto de Navacerrada con -10,5ºC el día 8 de febrero; y el día 9 de enero a Ávila con -11,4ºC.

EL SEGUNDO MÁS LLUVIOSO DESDE QUE HAY REGISTROS

En cuanto a las precipitaciones, el portavoz de la AEMET ha subrayado el carácter muy húmedo de 2018, cuando la precipitación media en España se sitúa en torno a 808 litros por metro cuadrado (l/m2), es decir, un 25 por ciento por encima del valor medio anual respecto al periodo de referencia 1981-2010, sobre todo a consecuencia de una primavera «extremadamente húmeda».

De este modo, confirma que 2018 ha sido el quinto más húmedo desde 1965 y el segundo más húmedo en lo que llevamos de siglo XXI por detrás de 2010 en que la precipitación acumulada fue de 869 (l/m2).

Por zonas, el año fue húmedo o muy húmedo en casi toda España y destacó por ser extremadamente húmedo en el centro y suroeste de Aragón y en algunas zonas de Cataluña y Baleares. Por el contrario ha resultado seco o muy seco en el oeste de Galicia.

Hasta el 31 de diciembre las lluvias acumuladas superaron los valores normales en todo el territorio excepto en zonas al oeste de Galicia y de Canarias. Las precipitaciones superaron en más de un 25 por ciento los valores normales en el cuadrante nordeste y en extensas áreas del interior peninsular, así como en gran parte de Andalucía, sur de Extremadura, Baleares y norte de Canarias oriental, e incluso se llegaron a duplicar dichos valores en zonas del interior de Aragón, al nordeste de Granada, este de Almería, oeste de Menorca, y en un área entre Castellón y Teruel.

En este ámbito, en dos observatorios principales la precipitación acumulada en el año 2018 superó el anterior valor más elevado de la serie. Se trata de Oviedo, con 1.352 (l/m2), y en Teruel, con 587 (l/m2).

En concreto, enero fue normal en precipitaciones, mientras febrero resultó húmedo, con un 38 por ciento más de lluvias de lo normal y, en varias ocasiones en forma de nieve. Al menos en cuatro observatorios principales se registró el mayor número de días con nieve de la correspondiente serie en un mes de febrero.

La estación más húmeda del pasado año fue la primavera, cuando se recogieron 317 (l/m2) en el conjunto de España, es decir un 83 por ciento más que el valor medio del trimestre según el periodo de referencia 1981-2010.

«Esta ha sido la primavera más lluviosa de toda la serie desde 1965, seguida de la primavera del año 1971 en que la precipitación fue de 313 (l/m2) y de la del año 2013 con 288 (l/m2)», ha confirmado el portavoz.

El trimestre comenzó con un mes de marzo extremadamente húmedo, seguido de un mes de abril muy húmedo, y finalizó con un mes de mayo normal. En la primera quincena de marzo las precipitaciones para el conjunto de España fueron superiores al doble del valor normal del mes de marzo. En gran parte del área peninsular y de Baleares la primavera fue de húmeda a extremadamente húmeda según regiones, y tan sólo fue seca o muy seca en algunas zonas de la Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias.

Por último, la AEMET resume también que el verano fue muy húmedo aunque cercano a húmedo, con 91 (l/m2), lo que representa un 22 por ciento más de lo normal. En cuanto al otoño, expone que comenzó con un septiembre seco, seguido por un octubre y noviembre húmedos, lo que dio como resultado una precipitación de 236 (l/m2), un 16 por ciento por encima del valor medio del trimestre.

En cuanto a los episodios de precipitaciones intensas, el portavoz ha recordado el de la primera quincena de marzo, cuando las borrascas ‘Enma’, ‘Félix’ y ‘Gisele’ se sucedieron y numerosos frentes afectaron en mayor o menor medida a toda España.

También se ha referido a los episodios de lluvias intensas en el Mediterráneo y en concreto a los días 8 y 9 de octubre, cuando las precipitaciones afectaron a la vertiente mediterránea y Baleares y fueron puntualmente persistentes e intensas en Tarragona, oeste de Málaga, nordeste de Mallorca, donde cayeron más de 80 (l/m2); los días 18 y 19 en Castellón y Baleares, con más de 150 (l/m2) en una hora en Vinaros y los días 20 y 21 en la Serranía de Ronda entre Málaga y Cádiz, siendo en Alpandeire (Málaga) donde se registraron 118 (l/m2).

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