CCOO ha pedido a Podemos que le haga llegar el borrador de la Proposición de Ley para la defensa de los derechos del colectivo LGTBI en Castilla-La Mancha en la que trabaja, al tiempo que ha urgido a la formación morada a que agilice la tramitación y cumpla con su intención de que el texto vea la luz en lo que resta de legislatura.
Así lo han reclamado tanto la secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO Castilla-La Mancha, Rosario Martínez, como la responsable de Políticas Sociales e Igualdad de la FSC de CCOO, María José Marín, durante la rueda de prensa que han ofrecido para informar de la constitución, en el seno del sindicato, del grupo de trabajo LGTBI de CCOO en la región.
En este marco, han afirmado que dicho texto está «en el aire» y han reclamado a Podemos conocer el borrador para poder realizar aportaciones a la PNL desde el ámbito laboral que controla el sindicato.
Y es que la responsable federal de Políticas Sociales e Igualdad de CCOO, tras explicar que Castilla-La Mancha es una de las pocas regiones que no cuentan con una ley en este ámbito, ha alertado de que esta situación deja en desventaja al colectivo LGTBI de Castilla-La Mancha, pues al no existir tampoco una ley estatal, estas personas adolecen de derechos que si han sido ya reconocidos por otras comunidades.
De igual modo, y en clave nacional, María José Marín ha condenado el retraso en la aprobación de la proposición de ley de igualdad LGTBI impulsada por Podemos y respaldada por todos los grupos, salvo el PP, en el Congreso de los Diputados, lamentando que sea el derecho de autodeterminación de género para las personas transexuales lo que haya paralizado la tramitación parlamentaria de esta norma.
«Es triste y lamentable que el reconocimiento del derecho a ser lo que uno quiera ser haya paralizado esta ley. Esperamos que quien tenga que abrir los ojos los abra y al igual que las diferentes formaciones políticas presentaron de forma conjunta esta iniciativa, lo aprueben de forma conjunta y las diferencias políticas las dejen para otros temas», ha defendido.
Y es que la responsable federal de CCOO ha alertado de las dificultades laborales y la vulnerabilidad que sufren las personas trans, pues desde que inician el proceso hasta que cambian de género pueden pasar dos años y puede, por ejemplo, afrontar una entrevista de trabajo con un sexo y un nombre que no se corresponde con el que aparece en su DNI. «La gente, a la hora de contratar, no valora las capacidades de estas personas, hay mucho prejuicio y desconocimiento», ha advertido.
Por último, María José Marín se ha quejado de que la ausencia de leyes y de un observatorio impide disponer de datos de acoso y discriminaciones que sufren estas personas en el ámbito laboral. «A esto se une la nula implicación de las organizaciones empresariales, que no quieren hablar de este tema», ha criticado.
GRUPO DE TRABAJO LGTBI DE CCOO
De ahí que CCOO Castilla-La Mancha haya decidido crear un grupo de trabajo LGTBI de CCOO en la región que, constituido por delegados sindicales y militantes y activistas del colectivo de todas las provincias, sirva para detectar y garantizar que los puestos de trabajo estén libres de «discriminación, desigualdad y ataques».
Y es que según Rosario Martínez el sindicato, como agente de igualdad social y de cambio, ha de formar a sus delegados para dotarles de herramientas y pautas para defender a los trabajadores de este colectivo, siempre y cuando su condición les genere problemas en sus empresas.
En la rueda de prensa también ha participado el secretario de Movimientos Sociales de CCOO en la provincia de Toledo, Pedro Jesús López, que además de alertar de que estos trabajadores presentan muchas bajas por el hecho de ser discriminados por su género, ha incidido en la necesidad de trabajar en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI, «más, en los tiempos que se avecinan». «Está subiendo la extrema derecha y quiere debilitar los derechos del colectivo LGTBI y de la mujer».
Por último, Álvaro Cuenca, psicólogo y activista LGTBI, ha denunciado la poca visibilidad de este colectivo en una región tan amplia como la castellano-manchega y ha abundado en la necesidad de que desde los sindicatos ofrezcan herramientas que garanticen el desarrollo integro de estas personas, partiendo de la base de que son «vulnerables y perseguidas».