La nieve caÃda en los últimos dÃas en la localidad conquense de Mota del Cuervo ha resquebrajado una de las ramas de su encina milenaria, de varios metros de longitud y que ha cedido a causa del peso que ha tenido que soportar la copa del árbol, según ha explicado el alcalde del municipio, Alfonso Escudero.
Su base, deteriorada por el paso del tiempo, «se pudre y de ella van brotando ramificaciones nuevas, que son las que terminan desprendiéndose» y arrancando parte del tronco, según Escudero, que destaca, no obstante, que el ejemplar «no presenta ningún daño, se encuentra perfectamente» a pesar de la cantidad de nieve caÃda sobre su «poderosa copa».
El primer edil moteño se ha mostrado convencido de que la encina volverá a regenerarse, «a brotar y rehacerse», tal y como ya sucedió en el año 1995 tras una rotura similar, recordando que en aquella ocasión la rama fue aprovechada por el Ayuntamiento para construir la rueda catalina del Molino Gigante de Mota, por lo que ya ha ordenado a un técnico que evalúe si la madera desprendida «es aprovechable para los molinos» y, en ese caso, el consistorio pedirá permiso para retirarla.
Escudero afirma que esta encina es una «seña de identidad» del municipio «por sus caracterÃsticas y porque ha sobrevivido de esa manera» y se retrotrae a un informa emitido por el Gobierno regional en 2011 en el que se hacÃa referencia al «estado normal» que presenta la carrasca teniendo en cuenta sus particularidades, por lo que ha insistido en que, una vez se retire la rama caÃda, «volverá a seguir luciendo todo su esplendor».
«Esto que le ha ocurrido le habrá sucedido en multitud de ocasiones a lo largo de estos años», ha espetado, para, a continuación, puntualizar que la naturaleza «es muy sabia y tiene un poder de regeneración enorme y lo que hay que hacer es respetarla».