El Ayuntamiento de Albacete ha conseguido, después de un proceso muy “arduo, tedioso y complicado”, poder actuar en tres edificios situados al final de la calle Rosario, número 89, de la capital –y frente al colegio Mari Llanos Martínez-, que son de titularidad privada, con el objetivo de garantizar la seguridad de los viandantes y vehículos que a diario pasar por esta vía tan concurrida.
Pero no ha sido fácil. Como ha explicado el concejal de Obras Públicas e Infraestructuras, Julián Garijo, al no obtener el permiso de los propietarios –que son una empresa de Quintanar que además está en concurso de acreedores- han tenido que recurrir a la vía judicial, que les ha autorizado para poder entrar con las máquinas.
Primero se actuó en uno, derruyendo el interior y poniendo un vallado exterior. Posteriormente se pasó al edificio anexo, conservando la fachada, ya que está protegida –data de 1920-, y ahora lo que se va a hacer es tirar el edificio que resta, de unos 620 metros cuadrados, y proteger y asegurar también la fachada, con un andamiaje interior, que dejará libre la acera y garantizará la seguridad de todos.
Gracias a la autorización judicial, el Ayuntamiento ha podido hacer oficialmente la declaración de ruina para poder actuar directamente pero el coste, que asciende a unos 70.300 euros, se le pasará después a los propietarios para que se hagan cargo, como establece la ley.
CON AMIANTO
Lo más complicado de esta actuación, además de conseguir los permisos en sí, ha sido que se encontraron tuberías de fibrocemento, y su retirada ha tenido que ser a través de una empresa especializada porque contenían amianto.
También se realizaron análisis del antiguo horno de la panadería que había ubicada en este edificio, pero se ha comprobado que no corría peligro.
“Ha sido una actuación muy importante desde el punto de vista de la seguridad y la salubridad”, ha asegurado el concejal, de hecho se habían recibido numerosas quejas de los vecinos por los malos olores, la cantidad de basura acumulada en su interior y la ingente cantidad de animales que vivían en estos edificios en ruinas y abandonados.
La única duda es saber qué pasará al final con este edificio, ya que al ser privado, no se sabe si tienen pensado en reconvertirlo en algo y darle algún uso, más allá de construir pisos.