Rafael Cobos, guionista de la Isla Mínima, con dos premios Goya en su haber, ha asegurado que en España «llevamos muchos años haciendo un cine cojonudo y necesitamos educarnos más en saber que lo que hacemos es cojonudo».
En la cuarta jornada de encuentros cinéfilos de CiBRA, el Festival de Cine y la Palabra, se han congregado a más de 230 alumnos de diferentes centros educativos de la provincia de Toledo, IES Alfonso X El Sabio, IES Princesa Galiana e IES Sefarad.
Sobre esta gran afluencia de público, el propio Rafael Cobos ha confesado se inquietó cuando le dijeron que en su clase magistral iba a tener más de 200 personas, «porque esperaba 20-25 alumnos», han informado desde el festival en nota de prensa.
CURIOSIDAD Y ESPÍRITU CRÍTICO
Asimismo, Cobos ha desvelado lo que debe tener un buen guionista es «mucha curiosidad, espíritu crítico importante, buen oído y mucha paciencia porque deberá trabajar mucho hasta ver que su trabajo tenga cierta repercusión». No obstante, sobre esta profesión, Cobos ha asegurado que «todos deberíamos exigir que se nos retribuya nuestro trabajo. Cada vez peleamos más para conseguir que el trabajo de guionista, por primero que sea, deba ser remunerado».
No obstante, también ha habido tiempo para conocer más detalles de lo que hay detrás del film La Isla Mínima. Un proyecto que Rafael Cobos y Alberto Rodríguez comenzaron en 2006-2007, rescatando uno de los guiones desechados años atrás por sendos guionistas.
En esta primera versión de la película, se trataba de un único policía, ambientada en la España de 1993. De hecho, inicialmente era un thriller cuya trama fue coincidente con el resultado final que se ha podido ver en los cines de toda España. No obstante, Cobos ha desvelado que «este trabajo lo aparcaron años atrás porque no tenía consistencia, hasta que descubrimos varios documentales que hablaban sobre la transición política y nos inspiraron en modificar este trabajo, que estaba guardado en un cajón».
Tras el éxito cosechado con esta producción española, Cobos ha confirmado que tras realizarla su caché «consiguió subir», lo que le permitió «ser un poco más libre a la hora de elegir otros proyectos».