En los nueve primeros meses de este año, la demanda en alojamientos de turismo rural en Castilla-La Mancha ha experimentado un interesante ascenso, tanto en viajeros alojados (10,8%), como en pernoctaciones (8,4%), respecto al periodo de enero-septiembre de 2016. Así se desprende de la Encuesta de Ocupación de Alojamientos de Turismo Rural publicada hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Guadalajara, con un importante crecimiento en pernoctaciones, es la tercera provincia más dinámica del país en demanda de turismo rural desde enero hasta septiembre de este año.
En cuanto a la procedencia de nuestros visitantes, estos son, fundamentalmente, madrileños, valencianos, y, en menor medida, murcianos y andaluces. Además, Castilla-La Mancha es el destino español con mayor dinamismo en su demanda extranjera, con un destacado crecimiento en pernoctaciones, en comparación con los nueve primeros meses de 2016.
Pero además, si nos fijamos solo en los datos del pasado mes de septiembre, Castilla-La Mancha se sitúa entre las regiones del país con más demanda de turismo rural. Las cifras de viajeros alojados y pernoctaciones en establecimientos rurales de Castilla-La Mancha ese mes son las más elevadas para un mes de septiembre desde que existe registro.
Por provincias, en septiembre, Toledo ocupa el cuarto puesto a nivel nacional en evolución de viajeros, Guadalajara es undécima y Ciudad Real crece por encima de la media nacional. La provincia de Albacete se mantiene estable respecto al mismo mes del año anterior y la de Cuenca desciende levemente.
Sostenibilidad e innovación
El incremento en viajeros alojados en el mes de septiembre avala la apuesta de nuestra región por el turismo rural. El turismo de interior, una opción alternativa para zonas rurales y ciudades medianas a los tradicionales destinos de sol y playa, se replantea y se convierte en responsable, para impulsar la protección del patrimonio y fomentar prácticas de desarrollo local, que generen empleo y una mejor calidad de vida. Hoy en día, nadie duda que este tipo de turismo genera efectos positivos en nuestra sociedad.
Para ello es necesario seguir diseñando nuevas políticas turísticas, que integren a las partes interesadas en los territorios: poblaciones locales, empresas y actores institucionales, como se puso de manifiesto en las I Jornadas sobre “Despoblación, economía y desarrollo del medio rural en Castilla-La Mancha” que el Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de la región celebró, el pasado 8 de julio, en la localidad de Alcázar de San Juan.
Por otra parte, las iniciativas en destinos turísticos de interior deben incidir en la sostenibilidad para contribuir de manera efectiva a mitigar el grave problema de despoblación de nuestra región y crear empleo de calidad.
Y, por último, deben ponerse en marcha estrategias innovadoras basadas en la identidad y en la colaboración, para poder competir en un mercado global.
Los buenos datos del turismo rural en 2017, Año Internacional del Turismo Sostenible, invitan a avanzar en la diferenciación del sector turístico en nuestra región y a identificar las oportunidades y retos de futuro.
José Alberto Crespo, es politólogo e investigador en formación en la UCLM sobre el comportamiento del consumidor ecoturista.
Ana I. Sánchez Rebollo, es periodista.
