El vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, JosĂ© GarcĂa Molina, ha asegurado que no se entenderĂa que un acuerdo estratĂ©gico para la paz y la convivencia en la regiĂłn, relativo a la amenaza del terrorismo yihadista, no estuviese firmado por todas las fuerzas polĂticas.
«Ya le dije al PP que se equivoca porque nosotros no asumimos competencias que no nos corresponden. Desde la idea de la participaciĂłn ciudadana, de la participaciĂłn institucional y de la cooperaciĂłn con otras Comunidades AutĂłnomas que están haciendo lo mismo que nosotros estamos conociendo el mapa de iniciativas polĂticas con todo lo relacionado con prevenciĂłn de procesos de radicalizaciĂłn violenta tanto en España como en Europa», ha defendido.
En este sentido, ha explicado que ya se han reunido con entidades que trabajan con poblaciones con indicadores de estos procesos de radicalización. «Donde hay más pobreza y discriminación suele haber un caldo de cultivo más propenso a estos procesos de radicalización y hemos ido a conocer su trabajo y a conocer sus pautas educativas y legislativas de seguridad».
EN BUSCA DE LAS CAUSAS
Y es que, a juicio del vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, poner el foco en el actor último de las acciones terroristas es «insuficiente», pues considera que hay que ver las causas que llevan a esos actores a acometer finalmente los actos terribles que cometen.
«Si no somos capaces de delinear una estrategia de prevención de las causas primeras y no de las situaciones últimas nos estamos haciendo, de alguna manera, trampas. No son incompatibles sino complementarias. La prevención real de las causas es la pata que le falta a ese acuerdo que se está impulsando», ha dicho en alusión al nacional.
Según el también secretario regional de Podemos todas las medidas que se tomen para favorecer la convivencia democrática y los derechos humanos «sin estigmatizar a nadie serán buenas para favorecer que no acaben ocurriendo estas acciones terribles».
«Pero insisto en que son medidas Ăşltimas. Si no somos capaces de implementar medidas que prevengan los propios procesos de radicalizaciĂłn violenta va a ser difĂcil que nos sentamos seguros y podamos desarrollar una convivencia democrática plural y abierta que deseamos», ha concluido.