El Proceso de Bolonia, iniciado en 1999, armonizó la educación superior en Europa, promoviendo la movilidad y transformando significativamente el sistema universitario español
Otro de los principales puntos de la nueva ley se encuentra en lo relativo a la formación a lo largo de la vida, es decir, hacer que las universidades estén dirigidas a todas las edades, para dar respuesta a las necesidades competenciales en la edad adulta