Nuestra cultura e historia gozan de una gran riqueza gastronómica que se manifiesta sobre todo en los dulces: Mazapanes, mantecados, polvorones, roscos de vino, marquesitas, alfajores, en incluso el turrón llenan las mesas de toda España en estas fiestas de Navidad. Muchos de estos dulces son de tradición árabe, y en ellos suelen ser sus ingredientes principales las almendras y la miel, dos productos que La Mancha produce en cantidad y sobre todo en calidad. Vamos a desglosar y a conocer una a una estas delicias de nuestra tierra:

Mazapán

Esta joya gastronómica es uno de los buques insignia de nuestros más afamados dulces. Toledo era la ciudad más importante de la Hispania visigoda cuando los bereberes musulmanes del norte de África invadieron la península y, aunque estos fijaron su capital en Córdoba, siguieron manteniendo a la ciudad como un referente al norte de la capital del califato, y fue precisamente en Toledo donde se originó el mazapán tal y como lo conocemos hoy. Aunque se tiene constancia de su elaboración antes del siglo XII, cuando los musulmanes aún ocupaban la ciudad, los primeros documentos que hacen referencia al mazapán datan de principios del siglo XVI. El mazapán es una pasta horneada hecha con harina de almendras, huevo y azúcar, aunque la receta primitiva llevaba miel, pues el azúcar, aunque usado en la cocina andalusí, era muy raro en los reinos cristianos, que utilizaban la miel.

Mantecados

Son los dulces más populares y, en cada pueblo, hay varios hornos que los elaboran, por lo que su elaboración está muy arraigada en toda la región. Se trata de un pastelito de hojaldre de muchas capas hecho con harina y manteca de cerdo cubierto de azúcar glas. El hojaldre se hace amasando, estirando y plegando la masa muchas veces hasta conseguir que la masa se convierta en una especie de milhojas, las cuales aparecen una vez horneado. Algunos mantecados van rellenos de crema pastelera, nata, chocolate, etc., como los famosos “Miguelitos” de La Roda. También son famosos los mantecados, hojaldritos y “Rafaelitos” de la firma Ramarsán de Tomelloso.

Polvorones

Estos dulces, a nivel de ingredientes, tienen la misma base que el mantecado: harina, azúcar y manteca de cerdo, pero su elaboración es muy distinta, ya que la clave está en tostar la harina primero, extendiéndola en una placa de horno. Después de tostarse, la harina se mezcla bien con el azúcar y la manteca hasta conseguir una pasta homogénea y trabada; después se estira y se corta con forma redonda u ovalada y se les da un golpe de horno para que se compacten, aunque en muchos lugares esa fase final no se hace, y se cuida muy bien la fase de tostado de la harina. Así se consigue un producto que hace honor a su nombre. Además de la harina tostada, el azúcar y la manteca, los polvorones clásicos suelen llevar canela y ajonjolí, también llamado “matalahúva”. En Tomelloso, en el horno artesano Bollería Manchega, en la calle Alfonso XII, hacen unos polvorones tradicionales extraordinarios.

Marquesitas

Son unos exquisitos bizcochos de forma cuadrada o rectangular hechos con pasta de almendra, azúcar, huevos y ralladura de limón. La masa, de textura cremosa-líquida, se coloca sobre una base de papel de hornear y, al sacarlas, se les espolvorea azúcar glas. Su sabor y textura recuerdan ligeramente a la tarta de Santiago, pero mucho más refinado. La zona de Sonseca y alrededores, en la provincia de Toledo, es famosa por producir las mejores marquesitas del país.

Roscos de vino

Muy típicos también de La Mancha y con una base similar a otros dulces, se diferencian básicamente en que el aglutinante, en lugar de la manteca, consiste en aceite de oliva, además del vino que les da nombre a estos dulces, generalmente blanco de la variedad Airén. Además de la harina, el vino y el aceite de oliva, llevan ralladura de limón, ajonjolí y aguardiente de orujo o anisete.

Alfajor

Hay muchas variedades de este dulce de origen árabe muy distintas y, por eso, no está claro cuál es el alfajor tradicional. El alfajor manchego (también llamado alajú), que se elabora tradicionalmente en las zonas de Albacete y Cuenca, es una especie de pasta de pan rallado, almendras, nueces y otros frutos secos y miel cubierta por obleas en las dos caras, parecido al turrón. Por otro lado, están los alfajores más populares, que serían los más parecidos a los originales, que son una pasta de forma cilíndrica con frutos secos (almendras, nueces, piñones, avellanas), miel, almíbar, pan rallado y especias (ajonjolí, canela, clavo, cilantro, sésamo).

Turrón

Elaborados desde los tiempos de la Edad Media, no han tenido la popularidad de los turrones alicantinos, de los que son parientes muy cercanos. La elaboración de los turrones manchegos es igual a la de los alicantinos, y se usan almendras tostadas manchegas de gran calidad, miel, azúcar y el ingrediente diferencial: el azafrán manchego, que es considerado el mejor del mundo.

Como podréis comprobar, nuestra región aporta una gran riqueza gastronómica a los dulces de Navidad, y sin esa aportación la Navidad en España sería algo muy distinta. Además de nuestra cultura y tradiciones únicas, tenemos los mejores ingredientes de una calidad inmejorable, que son la base de la mayoría de estos dulces, como las almendras y la miel. Así pues, disfrutad de estos maravillosos productos en compañía de los amigos y la familia.