martes, 4 noviembre 2025

El obispo de Ciudad Real ve en Rosalía una señal de la búsqueda espiritual de los jóvenes

Afirma que "algo se está moviendo en la sensibilidad espiritual de las nuevas generaciones”

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El obispo de Ciudad Real, Abilio Martínez Varea, ha valorado el nuevo álbum de Rosalía, ‘Lux’, como una muestra de “la necesidad de espiritualidad” que ha percibido entre los jóvenes.

Durante su intervención en un desayuno informativo del diario Lanza, conducido por el director del periódico, Jacobo Pérez, el obispo ha reflexionado sobre este fenómeno cultural que, a su juicio, “indica que algo se está moviendo en la sensibilidad espiritual de las nuevas generaciones”.

“Estamos asistiendo a un fenómeno que algunos han llamado ‘rebote católico’, una vuelta a la espiritualidad y a la fe desde el ámbito cultural”, ha apuntado Martínez Varea, quien ha reconocido que “es pronto para saber cómo se concretará”, pero ha insistido en que el ser humano “no puede reducirse a una realidad material o biológica, porque tiene alma, emoción y espiritualidad, y cuando se reprime esa parte, acaba por manifestarse”.

En este sentido, ha considerado que los jóvenes “buscan lugares de encuentro real, de conversación y de comunidad”, y que “la Iglesia sigue siendo uno de los espacios donde pueden encontrar esa experiencia compartida que no proporcionan las redes sociales”.

El obispo ha señalado que el nuevo videoclip de Rosalía, en el que aparece un corazón de Jesús que “responde a los corazones rotos”, ha simbolizado esa necesidad humana de consuelo y sentido.

“Esa imagen toca algo muy profundo en el alma de las personas. Hay una sed de trascendencia que está ahí, y el arte, la música o la cultura pueden ser caminos que lleven a esa búsqueda de lo divino”, ha añadido.

Vinícola de Tomelloso

Preguntado por el debate sobre el aborto, Martínez Varea ha reafirmado la postura de la Iglesia y ha dicho que “la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural no nace de una ideología, sino de una convicción ética”.

“La vida es el derecho básico sobre el que se apoyan todos los demás; si no hay vida, el resto de derechos no tienen sentido”, ha afirmado.

En este punto, ha pedido que el debate se afronte “con más serenidad, menos ideología y más acompañamiento” y ha reclamado políticas activas “que ayuden a las madres embarazadas a seguir adelante con su embarazo y que también acompañen a las mujeres que han pasado por un aborto y sufren por ello”.

El prelado ha hecho balance de la situación pastoral de la diócesis y ha destacado el «buen momento» del Seminario Diocesano, donde actualmente se forman 19 seminaristas, siete de ellos incorporados este curso.

“Si mantuviéramos este ritmo seríamos un seminario ideal para España”, ha afirmado el obispo, quien ha subrayado que “la familia sigue siendo el primer lugar donde nacen las vocaciones”.

Ha explicado además que reside habitualmente en el seminario, lo que le ha permitido “compartir el día a día con los futuros sacerdotes” y acompañarlos de cerca en su proceso formativo.

También se ha referido a las obras de la Casa Sacerdotal, que han avanzado “más despacio de lo previsto”, aunque ha confiado en que “podrán inaugurarse a finales de 2025”, y ha subrayado que este espacio “será un hogar digno para los sacerdotes mayores o enfermos, y un punto de encuentro fraterno para todo el clero diocesano”.

Durante el desayuno, al que han asistido representantes institucionales, empresarios, miembros de la sociedad civil y periodistas, el obispo ha destacado la importancia del diálogo y la cooperación entre la Iglesia y las administraciones públicas.

En su despedida, ha agradecido la acogida de la provincia desde su llegada al obispado y ha asegurado que “Ciudad Real es una tierra buena, de gente sencilla y comprometida, que quiere vivir en paz y en armonía”. 

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