La consejera de Igualdad, Sara Simón, ha advertido este lunes de que el espacio digital «ha instalado nuevas formas de violencia contra las mujeres», un fenómeno que, según ha señalado, se ha normalizado especialmente entre adolescentes y jóvenes, nativos digitales para quienes «no hemos generado las herramientas necesarias para tener una mirada crítica».
Antes de participar en un debate sobre violencia machista en la era digital organizado por El Decano, Simón ha subrayado que el machismo «se ha colado también» en redes sociales, Internet, la inteligencia artificial y los servicios de mensajería, reproduciendo en estos entornos la violencia de género que «impregna todos los aspectos de nuestra sociedad».
La consejera ha agradecido a los medios de comunicación la creación de espacios de análisis y los ha definido como «imprescindibles» para alcanzar una sociedad igualitaria en la que las mujeres –el 51% de la población– puedan vivir «en libertad, sin miedo a ser agredidas, acosadas o asesinadas».
Simón ha mostrado especial preocupación por la percepción de la violencia digital entre los más jóvenes, que trivializan prácticas como compartir imágenes íntimas sin consentimiento o usar inteligencia artificial para generar desnudos falsos de compañeras.
Ha afirmado que estas conductas constituyen «acoso y violencia» con consecuencias no solo penales, sino también profundas en el bienestar de las mujeres afectadas.
Pese a su dominio tecnológico, ha insistido en que los menores cuentan con más habilidades que los adultos para saltarse controles, por lo que «el control parental no es suficiente». Ha defendido que la respuesta pasa por dotarlos de pensamiento crítico, ya que «no vamos a poder ponerle puertas al campo» y el entorno digital «ha llegado para quedarse».
EL PORNO COMO EDUCACIÓN Y LA AUSENCIA DE HERRAMIENTAS
La consejera ha puesto el foco en la brecha educativa en materia afectivo-sexual. Ha recordado que la edad media de acceso al porno es de ocho años y que este contenido «es muy violento hacia las mujeres».
Según ha denunciado, en ausencia de formación adecuada en colegios y familias, niños y niñas acaban recibiendo del porno su principal referencia sobre sexualidad, lo que deriva en la normalización de relaciones basadas en el sometimiento.
Preguntada por la situación en Castilla-La Mancha, Simón ha asegurado que esta problemática se reproduce «en todo el país y en todos los países desarrollados».
Ha situado el fenómeno dentro de un marco global de violencias contra las mujeres, y ha recordado que, en otros lugares del mundo, estas sufren vulneraciones aún más extremas, desde la falta total de voz en Afganistán hasta el uso de mujeres como «armas de guerra» en la República Democrática del Congo.
Simón ha concluido destacando el papel transformador de los medios, claves para avanzar hacia una sociedad «más justa y libre de violencia contra las mujeres».




