Los grupos del Congreso de los Diputados han avalado, este martes, cambiar el estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha, entre críticas al carácter «bipartidista» del texto, pactado por PP y PSOE, y con el único rechazo frontal de Vox.
El pleno del Congreso ha debatido este martes la toma en consideración de esta norma, que se tramita en la Cámara baja como una ley orgánica, y que fue aprobada el pasado mayo por las Cortes de Castilla-La Mancha, tras un acuerdo entre los dos principales partidos con representación en el parlamento regional.
Tras la defensa del texto, que han realizado el presidente regional, Emiliano García-Page, el líder del PP, Paco Núñez, y la portavoz socialista en las Cortes, Ana Isabel Abengózar, los grupos del Congreso han intervenido para fijar su postura, que se votará al término de la sesión.
El diputado por Ciudad Real del PP, Enrique Belda Pérez-Pedrero, ha pedido ser «respetuoso» con el debate y ha apelado a partidos como Vox a que «si les preocupan» aspectos como el aumento del número de diputados, «lo podemos pulir» en el trámite parlamentario en el que entrará la norma.
En este sentido, ha pedido «romper discurso de confrontación» para alcanzar acuerdos básicos, aunque ha advertido al Ejecutivo castellanomanchego que el estatuto no va a «arreglar problemas» por sí mismo, sino que se debe «gestionar bien».
El socialista Sergio Gutiérrez, diputado por Toledo, ha dicho que esta reforma del Estatuto «hará mejor y más fuerte el bloque constitucional» y «más fuerte la democracia» y será posible gracias a un pacto que propone avanzar a Castilla-La Mancha «en autonomía, en derechos y en oportunidades».
Gutiérrez, que ha afirmado que la actual Castilla-La Mancha es «el resultado de la suma de tres autonomías: la de Bono, la de Barreda y la de Page», ha dedicado parte de su intervención a criticar a Vox, un partido que «reniega de las autonomías salvo para financiarse de ellas», y ha explicado que apoyar una agencia tributaria propia no tienen nada que ver con los independentistas, puesto que es un organismo que tienen 12 comunidades, los ayuntamientos y las diputaciones.
La izquierda lo apoya pero lamenta el bipartidismo
Durante el debate, los grupos de izquierda del Congreso que han intervenido se han mostrado a favor de reformar el estatuto e introducir modificaciones a la norma, pero han lamentado el carácter «bipartidista» del acuerdo.
Por Sumar, la diputada Engracia Rivera, que ha anunciado el voto favorable de su grupo esta tarde, ha considerado «necesaria» la reforma propuesta, aunque ha recordado que el espacio al que representa ha sido crítico desde el principio, porque, en su opinión, su único recorrido ha sido en el parlamento autonómico, fundamentalmente entre el PSOE y el PP.
Ha lamentado que haya primado en ese proceso un «debate artificial» sobre el número de escaños del parlamento autonómico, que a su juicio responde a un «cálculo electoral ajeno» a la realidad de la región, sobre un debate social respecto a los problemas de la educación, la sanidad, la vivienda, el medio ambiente o el aborto.
El parlamentario de Podemos Javier Sánchez, que ha adelantado que sus diputados se van a abstener para facilitar el debate, ha criticado que la propuesta sea un estatuto «pactado punto por punto» por el PSOE y el PP en lo que en su opinión es un acuerdo «abierta y orgullosamente bipartidista» y con una «clara intencionalidad» por parte de García-Page para mostrar el camino hacia un PSOE «de orden» y «centralista».
Javier Sánchez ha propuesto subir el suelo mínimo de diputados a 47 y crear una sexta circunscripción electoral única para que no se pierda ni un solo voto de los castellanomanchegos.
Vox «rompe» el estatuto
El diputado de Vox por Toledo, Manuel Mariscal, ha afirmado que Vox derogará el estatuto si gobierna en Castilla-La Mancha, un extremo que ha representado rompiendo un papel como si fuera la norma y ha asegurado que es «una nueva estafa del bipartidismo», donde «siempre ganan los mismos».
Ha criticado que se prevé un aumento del número de diputados, cuando Castilla-La Mancha «no necesita más políticos», ha acusado a Page de «hacer de trilero» y ha censurado que el estatuto consolida «chiringuitos políticos».



