El director general de Cooperativas Agro-alimentarias, Juan Miguel del Real, ha opinado sobre la situación de las confederaciones hidrográficas que rigen en España, asegurando que «algo está fallando en toda la estructura» de estas organizaciones.
Por ello, pide «cambiar ese relato» de que la agricultura gasta agua, y es que la agricultura «usa agua para producir alimentos». En esta línea, indica Del Real que «hay que buscar un uso sostenible del agua» y sin «penalizar constantemente a la agricultura como culpable».
«Tenemos que buscar el equilibrio entre un uso sostenible, pero no con políticas restrictivas y limitantes y con estudios del siglo pasado. Hay un trabajo por hacer muy importante, y algo se está haciendo mal cuando lo único que se hace es sancionar a nuestros agricultores», ha lamentado en referencia a las confederaciones hidrográficas.
Estructuras «muy arcaicas en cuanto a su funcionamiento» y que ahora mismo «están siendo un tapón al desarrollo económico y social de muchas zonas del medio rural», a lo que ha sumado la «parálisis en la tramitación de expedientes» de niveles «preocupantes».
Se ensanchan los problemas con «una inseguridad jurídica que se está generando en los usuarios de aguas subterráneas», con «miles de expedientes sin despachar» en las confederaciones. Esto genera una situación de colapso muy importante»
APOYO AL GOBIERNO DE C-LM POR LAS REGLAS DEL TRASVASE
En otro orden de cosas, ha hablado de la situación ante la parálisis en la entrada en vigor de las nuevas reglas del trasvase Tajo-Segura.
En su opinión, las sentencias del Tribunal Supremo ya han dicho «claramente» que hay que cambiar las reglas de explotación para cumplir con los caudales ecológicos.
Una situación ante la que «se tendrían que haber cumplido con lo que dice la justicia y sacar en tiempo y forma esas reglas de explotación».
En este escenario, si llegara el punto de tener que «forzar una ejecución de sentencia», el Gobierno de Castilla-La Mancha «tendrá el apoyo de todas las organizaciones» del sector, «porque es de justicia».
En todo caso, alerta de que más agua en la cabecera del Tajo «no resuelve los problemas» de la agricultura de Castilla-La Mancha, pues nuestra agricultura ha regado siempre de las aguas subterráneas y actualmente «hay un problema específico» alrededor de las aguas subterráneas.


