La Guardia Civil ha impedido esta pasada noche la celebración de una fiesta rave de gran escala que movilizó cerca de un millar de vehículos, muchos de ellos procedentes del extranjero. La concentración fue abortada antes de que diera comienzo, gracias a la intervención de los agentes en dos localizaciones diferentes del sureste de la provincia de Albacete.
Según ha explicado a EFE la alcaldesa de Tobarra, Estefanía Escribano, la fiesta fue convocada inicialmente en el pantano del Cenajo, en el término municipal de Hellín. «Los disolvieron en el pantano del Cenajo, en Hellín, y entonces decidieron que se iban a la pedanía de Cordovilla», ha señalado la alcaldesa.
Los vehículos, en su mayoría caravanas y furgonetas con matrículas extranjeras —de países como Francia y Dinamarca— comenzaron a llegar a Cordovilla alrededor de las 23:00 horas del martes. El dispositivo de seguridad logró dispersarlos hacia las 3:00 de la madrugada. “Anoche no hubo fiesta, pero tememos que hayan cambiado de ubicación y puedan volver a intentarlo”, ha añadido Escribano.
Por su parte, fuentes de la Guardia Civil de Albacete han confirmado que los movimientos de los asistentes «de momento, están controlados», y han reforzado la vigilancia para evitar nuevos intentos de concentración.
