Fue uno de los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento en pleno, y ahora va a ser una realidad. El antiguo refugio antiaéreo de la Plaza del Altozano, que hace años estuvo abierto al público pero que se tuvo que cerrar por problemas de humedades y seguridad, volverá a abrir sus puertas, gracias a un proyecto integral de remodelación, que permitirá que se conserve como estaba en su estado original, pero adaptado a las necesidades de cualquier turista o visitantes, ya que se trabajará, sobre todo en la accesibilidad.
El Ayuntamiento de Albacete ha presentado este viernes el proyecto básico de remodelación que contará con un presupuesto inicial de 190.000 euros, además de otros 30.000 para su equipamiento que ya contempla el proyecto de presupuestos de 2018.
Este espacio que es un “referente en la ciudad”, como ha señalado el alcalde de Albacete, Manuel Serrano y tendrá una “doble función”, como recurso cultural y también como oficina de información turística.
De esta forma, se concibe como una sala de exposiciones, con muestras itinerantes y otra permanente que explicará la historia de Albacete y de este refugio.
TERMINADO EN 2018
Según ha explicado el alcalde, Manuel Serrano, la “intención” es que a finales de 2018, y si no hay ningún inconveniente, las obras estén finalizadas, ya que el plazo de ejecución de las mismas es de cuatro meses.
Pero para eso, antes, el proyecto deberá pasar un trámite que depende de la Junta. Por eso, ya se les ha remitido , de forma que lo incluya en el expediente que tiene abierto para catalogar de Conjunto Histórico el centro de la ciudad, y una vez que tenga luz verde, comenzará la licitación y las obras.
PRINCIPALES CAMBIOS
El cambio más significativo es que se gana de nuevo todo el espacio del refugio y se pone un ascensor, de forma que sea más accesible, y otra novedad: la entrada no estará en el lugar actual, si no que se ha modificado para darle más entidad y para “que los turistas lo vean más y mejor”, como han explicado.
Además, se trabajará en la iluminación, en los problemas de humedad y en el acondicionamiento de la Oficina de Turismo, ubicada en la propia plaza –que hará las veces de punto para el visitantes, y de receptáculo para quienes vayan a ver el refugio.
Esta oficina remodelada, tendrá instalado un techo retráctil, de forma que se solucione el problema de la radiación solar, como han explicado los arquitectos del proyecto.
De esta forma serán los propios trabajadores de la Oficina de Turismo los que controlen el mecanismo en función de las necesidades interiores, para evitar que el sol les destelle y así se genera espacio en torno a la propia oficina de Turismo.
Y para que todo esto sea posible se va a excavar un espacio anexo en el subsuelo de unos 40 metros cuadrados en el que se ubicarán todos los servicios necesarios, como baños o almacén, así como los elementos necesarios de seguridad que marca la normativa.
De esta forma, ha asegura Marta Ariza, una de las arquitectas, se consigue devolver al refugio a su “estadio inicial”, adecuándolo solo a los requisitos de accesibilidad.
Con esta solución, ha explicado el alcalde, se “garantizará la conservación de su estado primitivo sin desfigurar su configuración”, pero convirtiéndolo en un espacio “versátil”.