El secretario general en funciones del PSOE de Castilla-La Mancha y precandidato a revalidar el cargo, Emiliano García-Page, ha rechazado la sugerencia de su adversario en la carrera por liderar el partido, José Luis Blanco, quien ha abogado por instaurar la «bicefalia» y que el máximo dirigente no aspire a presidir la Comunidad Autónoma. «Respeto su modelo, pero no lo comparto».
En una rueda de prensa en la sede del partido en Toledo donde ha explicado sus motivaciones para presentar su precandidatura, García-Page ha puesto el acento en que si el propio Blanco se alzara con la Secretaría General, tendría que renunciar a su cargo como alcalde de Azuqueca de Henares.
«Si se aplica a conciencia esa bicefalia, el resultado sería que de ganar él la Secretaría General tendría que dejar la Alcaldía de Azuqueca de Henares, y yo eso no lo quiero bajo ningún concepto. No se me ocurre que de esa forma sea más fácil defender los intereses de la sociedad», ha argumentado García-Page.
Aunque asegura respetar un modelo que implicaría «la separación radical y que los socialistas se dediquen 24 horas al día sólo al partido o a las instituciones», ha advertido que de ser aprobado provocaría «mucha cola» en Ferraz de dirigentes que compatibilizan cargos orgánicos con cargos de representación institucional.
Ha extrapolado esta opción a la Secretaría General del PSOE, apuntando que con este modelo Pedro Sánchez no podría ser el candidato a la Presidencia del Gobierno, algo que «sería una enorme incoherencia».
Igualmente, ha señalado que este tipo de movimientos podría ser interpretado por el PP «como un voto de rechazo en el conjunto de la sociedad». «Es de sentido común, lo que yo deseo para Pedro Sánchez lo deseo para Castilla-La Mancha», ha dicho.