Los hermanos Ramón, José y Manuel de Cádiz, condenados a entre 33 y 32 años de cárcel por el asesinato de Diego Flores en junio de 2014, han asistido este martes a una vistilla en la Audiencia Provincial de Ciudad Real para solicitar su libertad provisional hasta que el Tribunal Supremo dirima el recurso que presentaron contra su sentencia.
La abogada que representa a los hermanos Cádiz, que están en prisión preventiva desde el 24 de junio de 2014 ya que fueron detenidos al poco de cometerse el crimen, ha explicado que sus representados no tienen intención de escapar además de que hay otras medidas «menos gravosas» que obligan a los inculpados a comparecer ante la justicia e impiden la huida.
Por el contrario, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular -ue ejerce la viuda de Diego Flores y que viajaba con él y fue agredida en el momento de los hechos– se han mostrado en contra de esta solicitud al considerar que, dada la gravedad de la pena impuesta, sí existe riesgo de fuga, además de que el letrado de la viuda ha ido más allá al señalar que esa sentencia supone «una motivación más para la venganza» y podría llevar a que intentaran agredir a otros miembros de la familia Flores.
Ahora será la Audiencia Provincial de Ciudad Real quien decida, en un plazo de diez días, si acepta la solicitud de los tres hermanos Cádiz o, por el contrario, la desestima y Ramón, José y Manuel deben permanecer en prisión hasta que el Tribunal Supremo ratifique una sentencia condenatoria en la que se consideró a los tres responsables del asesinato, independientemente de quien apretó el gatillo del arma que mató a Flores.