El precandidato a la Secretaría General del PSOE de Castilla-La Mancha José Luis Blanco ha vuelto a insistir este jueves en Cuenca en que «algunos compañeros están recibiendo muchas presiones» dentro del proceso de recogida de avales de los precandidatos a liderar el PSOE regional, que finaliza este viernes, para que no avalen «una determinada candidatura», circunstancia que ha desmentido el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero.
Este jueves, el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, desmentía dichas presiones y aseguraba que «no ha habido absolutamente nada» dentro de dicho proceso.
En declaraciones a los medios de comunicación previas a un encuentro con militantes celebrado en la Casa del Pueblo de Cuenca, Blanco ha admitido haber recibido llamadas «de toda la región, de algunos compañeros que lo están pasando bastante mal, de gente llorando porque han tenido que avalar a otra candidatura pensando en su pueblo o en su familia». «Nosotros no vendemos sillones, nosotros consideramos que somos una partido de militantes, no de clientes», ha incidido.
Tras subrayar que, «lógicamente», su candidatura va a obtener «más del mínimo que han impuesto, incumpliendo una de las resoluciones de nuestro Congreso», Blanco ha agregado que lo importante llegará el día 30 de septiembre, cuando la militancia, «libremente y en una urna, a pesar de los pesares, elija a su futuro secretario general», puntualizando que alguien «que no ha creído en un modelo, no puede defenderlo».
A su juicio, el PSOE se encuentra en un momento «histórico» y esta será la primera vez pero «no la última» en que toda la militancia de Castilla-La Mancha elija a su secretario general, dando continuidad al modelo surgido del 39 Congreso, «que ha venido para quedarse y es la única forma de que el PSOE tenga futuro».
Según Blanco, los socialistas tienen una oportunidad de celebrar el 1 de octubre de 2017 «y olvidar para siempre el 1 de octubre de 2016», para lo cual estima necesario que los militantes «tomen decisiones» y darle el poder para que las decisiones importantes, «a partir de ahora, se tomen en urna».
El precandidato ha aseverado que no considera «más difícil o más fácil ninguna provincia o territorio» y que, tras la elección del nuevo secretario general, se conseguirá un PSOE regional fuerte y que, a partir de ahí, los socialistas apoyarán «desde el primer minuto, a los gobiernos municipales, al Gobierno regional y a los grupos municipales en la oposición».
En este punto, ha puesto de manifiesto la existencia de «mucha ilusión» entre la militancia por mejorar el partido y hacerlo «más transparente», con una relación «directa con la sociedad y todas las organizaciones sociales», y ha recordado que el PSOE regional tampoco tendrá futuro sin un «plan de choque para que los jóvenes se acerquen a nosotros», ya que, tanto las candidaturas a las municipales como en las ejecutivas provinciales y regionales deben incluir jóvenes «por imperativo de la normativa interna» del partido.