El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que la «opinión oficial» de la Comunidad Autónoma ante el conflicto catalán, igual que ante cualquier otro tema, la ostenta únicamente su persona, al margen del punto de vista que pueda tener cualquier miembro de su Gobierno, como es el caso de su vicepresidente segundo, José García Molina, miembro de Podemos.
Así se ha pronunciado en la sesión de tarde del Debate sobre el Estado de la Región en la sede parlamentaria de Castilla-La Mancha, después de que en las últimas semanas y durante esta jornada de nuevo el Partido Popular haya pedido reiteradamente a García-Page el cese tanto de García Molina como de la consejera de Plan de Garantías, Inmaculada Herranz, también de Podemos por, a su juicio, apoyar al independentismo.
«La opinión oficial de Castilla-La Mancha es la que emite su presidente, no por afán personalista, sino por el poder que me otorga el Estatuto de Autonomía, que me da esa doble función no sólo de dirigir la Comunidad Autónoma sino de representar de forma ordinaria al Estado», ha dicho.